“UNA CARRERA DE ESPERA”.

Esta fue la simple definición de Max Verstappen sobre la carrera sprint que ganó en Imola y le devolvió la pole position para largar el Gran Premio de la Emilia Romagna. Es poco para las expectativas que crean este tipo de carreras miradas con escasa simpatía por la mayoría de los equipos. Por eso este año se mantuvo la cantidad de tres (Austria y Brasil serán las otras) por encima de la propuesta de correr seis.

Previsto y preciso fue el sobrepaso de Verstappen a Leclerc. Así recuperó el liderazgo perdido por una mala largada.

Es cierto que fue una carrera de espera porque para el piloto de Red Bull fue cuestión de esperar la degradación de los neumáticos delanteros de la Ferrari de Charles Leclerc para en la anteúltima vuelta, DRS mediante, lanzarse al sobrepaso en la zona previa (la única habilitada para el DRS) a la reformada curva de Tamburello. No tuvo la emotividad, ni previa ni posterior que puede imaginarse de los dos principales candidatos al título. Resultó un trámite fríamente calculado sin demasiado esfuerzo del atacante Max, ni resistencia del atacado Leclerc, quien acertadamente consideró que no tenía sentido arriesgar por ese misero punto que los separaba. Ya tenía su buen redito con los 7 puntos del segundo puesto que le permiten ampliar a 40 puntos (78 a 38) su ventaja sobre su compañero Carlos Sainz, su más cercano escolta y dejar en 45 la que tiene sobre Verstappen, su principal rival.

Hubo varios sobrepasos en este sprint de 21 vueltas, pero como el de Max a Leclerc, no resultaron sorpresivos ni desbordantes de emoción. Como se esperaba Carlos Sainz avanzó seis posiciones (superó a Vettel, Bottas, Alonso, Magnussen, Ricciardo y Norris) y se redimió en buena parte el pecado del golpe del viernes. Sergio Pérez escaló cuatro lugares con las superaciones a Alonso, Magnussen, Ricciardo y Norris. Ubicados detrás de sus compañeros líderes, ambos completan en el cuarteto de punta en la grilla. Una situación que ilusiona con un Gran Premio interesante, al menos en la parte estratégica.

Carlos Sainz avanzó hasta el cuarto puesto y los 5 puntos logrados le posibilitaron escalar al segundo lugar del campeonato. Igual declaró no sentirse totalmente a gusto con el andar de su Ferrari.

Quedó claro que esta carrera sprint simplemente ha acomodado las cosas para una grilla más normal de acuerdo a la actual momento de la Fórmula1. A los que no acomodó como querían fue a los Mercedes Benz.  George Russell no ganó ninguna posición (largo y llegó 11°) y Lewis Hamilton perdió una al terminar 14°. ¿Fue un espejismo el mejor tiempo de Russell y el tercero de Lewis en los entrenamientos matinales ó una carta que guardan para el Gran Premio?

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