DEL FANTÁSTICO ÓVALO DE INDIANÁPOLIS, NON-STOP A LAS CALLES DE LAS CALLES DE LA CAPITAL DEL AUTO.
OTRA CLASIFICACIÓN QUE NO RESULTÓ COMO LOS ENTRENAMIENTOS.
Sin errores en un callejero estrecho con los paredones a centímetros del paso de los autos, y a la vez veloz, Agustín Canapino quedó noveno al clasificar en su grupo y por lo tanto, al no ubicarse entre los seis primeros no pudo pasar a la siguiente sesión con los mejores doce clasificados surgiendo de los turnos clasificatorios previos, de los cuales como se encuentra establecido, pasaron los seis más veloces a disputar la pole, finalmente en poder de Colton Herta del Andretti Global.
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EN DETROIT, CANAPA EMBALADO POR LOS DE LAS 500 MILLAS
La vertiginosa temporada de IndyCar, hasta septiembre no pisa el freno. Por eso el espectáculo y el show están garantizados. Y para Agustín Canapino, con un aditamento extra y trascendente. Su ambientación a la Serie IndyCar, luego de una temporada inicial como ocurrió en 2023, sumando valiosa experiencia en otro mundo, en las antípodas del automovilismo argentino, debe consolidarse en el campeonato en curso.
Su futuro en IndyCar se verá despejado, con demostraciones como las de su paso estupendo por las 500 Millas de Indianápolis, y por cierto, con resultados finales que superen a los trazos insinuantes arrojados en trabajos parciales, sin poder cerrarlos por razones detectadas en distintas direcciones. Resultados que también aguardan con ansiedad disimulada tanto Ricardo Juncos como Brad Hollinger, su socio de billetera abultada. A ellos el futuro, con resultados que lo despejen, no deja de rondar por sus cabezas.
La determinación, entrega, la vocación ganadora, su capacidad conductiva también exportada desde el Turismo Carretera y TC2000 a un terreno como el de IndyCar, hiper competitivo, en las antípodas de lo que resultaban para el Titán las carreras de autos, deben conjugarse en paralelo con la disposición de un auto que le permita cada vez más, mirar a la par a los grandes reyes de la velocidad. Y desde, el apoyo económico necesario, obstaculizado desde la Argentina ante la crisis social, dineraria y social, que mantienen al país rodeado por un contexto de suma complejidad por cierto.
Factores que van a incidir en su completa consolidación en IndyCar, a modo de despejar su camino futuro en un lugar en el automovilismo al cual llegó, y de donde ya no quiere irse y mucho menos, sacar un pasaje de vuelta a la Argentina. Por eso la segunda parte del calendario podría decirse, si a las 500 Indy se las considera el punto más alto de cada año, tiene una importancia decisiva para Agustín.
En Detroit en la primera jornada de entrenamientos, reflejó que ha llegado con el impulso generado en Indianápolis. Detroit, históricamente la capital del auto, supo ser mundial hasta que el paso de los años, la han visto neutralizada por la invasión masiva a Estados Unidos de autos provenientes en especial desde Japón, así como de Corea y otros países asiáticos y en mucha menor medida producidos en Europa. En sus calles estaba tratando de ir lo más rápido posible el Titán de Arrecifes.
En el circuito callejero de Detroit (2647 metros), escenario de la sexta fecha del campeonato, el Gran Premio de Detroit, Canapino hizo un entrenamiento inicial promisorio, 11mo. tiempo en la última tanda, la más veloz, luego que en la inicial quedara 10mo. En la sesión que cerró la actividad marcó 1m02s5693 a 8782 del español bicampeón Alex Palou, el más veloz con el Dallara Honda del Chip Ganassi Racing, seguido por Pato O’Ward, el gran derrotado de las 500 Millas.
Esa sesión tuvo dos interrupciones, una por el choque entre Josef Newgarden y Kyle Kirkwood, y la otra debido al golpe contra los muros de cemento de Jake Harvey, cuyo auto quedó dañado.
Hoy a las 10.10, el restante entrenamiento, luego clasificación a las 13.15 (horarios argentinos).
Fotos: IndyCar (portada)
