NIKO HULKENBERG se convirtió en el primer piloto de Fórmula 1 que gana las 24 Horas de Le Mans en casi un cuarto de siglo.
En una época no había tantos pilotos buenos como para que existiera la dispersión. Los pilotos de Fórmula 1 incluían a Le Mans y las 24 Horas en su calendario, aunque los aburriera como a Stirling Moss o al propio Juan Manuel Fangio. También corrían autos de Fórmula 2, Indy, coches de Turismo, o hasta de rally, como el genial Jim Clark. Hasta la década del ’70, la aparición de pilotos de F-1 en el clásico francés era un fixture más o menos asegurado, desde Tazio Nuvolari en los ’30 hasta Jochen Rindt en los ’60, solo por nombrar un par de consagrados. Phil Hill (cuatro veces vencedor en Le Mans), Mike Hawthorn o Graham Hill fueron campeones mundiales de F-1 victoriosos en Le Mans.
Pero un día llegó Bernie E.… y mientras la popularidad de las carreras sport sufrían altibajos, la máxima categoría fue tornándose más exclusiva y demandante. A fines de los ’80 –cuando Le Mans vivió su momento más decadente- la separación se hizo extrema. Didier Pironi, vencedor en 1978 con Renault y piloto Tyrrell en F-1, es el último representante de aquella generación. Y cuando hubo un amago de resucitación de la popularidad con el Grupo C de los ’80, el GP de Canadá, corrido en el calendario para el mes de junio, comenzó a superponerse con las 24 Horas.
Para el piloto de Force India, esta victoria en Le Mans junto al inglés Nick Tandy (una sola participación anterior en las 24 Horas) y el neocelandés Earl Bamber (debutante absoluto) fue “la mejor victoria» de su vida. Hay que correr durante un día entero a más de 224 km/h de promedio… El antecedente inmediato de un piloto de F-1 en Le Mans es Sebastian Bourdais, que en 2009 fue segundo y conducía además para Toro Rosso. No es válido el ejemplo del alemán André Lotterer, convocado en 2014 por el equipo Caterham para correr el GP de Bélgica después de haber obtenido su tercer triunfo en Le Mans.
La sorpresiva victoria del Mazda 787 rotativo en la edición de 1991 significó la última ocasión en que un piloto activo en F-1 (en este caso, dos) ganaba las 24 Horas: Johnny Herbert corría para Lotus y Bertrand Gachot para Jordan, una butaca que perdería dos meses más tarde tras un incidente con un taxista londinense, y en la que se sentaría quien –curiosamente- había marcado el record de vuelta durante esas 24 Horas: un jovencito llamado Michael Schumacher.
Lo curioso de ese caso es que Herbert nunca llegó al podio de esa carrera, en el que solo festejaron Gachot y el alemán Volker Weidler, el tercer piloto del Mazda y que había corrido en F-1 en 1989. El inglés había comido una pasta antes de subirse al auto para el último tramo y el calor francés lo descompuso. Cruzó la meta muy debilitado y se desmayó luego.
En 1994 casi vence Eddie Irvine: su Toyota rompió el varillaje de caja cuando faltaba muy poquito y marchaba en punta. Irvine era piloto de Jordan en F-1 y quería dedicarle el triunfo a la memoria de un amigo que había fallecido poco antes: Roland Ratzenberger. Al año siguiente uno de los ganadores fue J.J.Lehto, que vio su carrera de F-1 destruida el año anterior por la fortaleza de su compañero de equipo… Michael Schumacher. Alex Wurz ganó Le Mans en 1996 y en 2009, antes y después de su paso por el Circo de Bernie.
Tampoco ser piloto de F-1 no te asegura nada en Le Mans. El máximo ganador de las 24 Horas, Tom Kristensen (nueve triunfos), nunca corrió en la máxima categoría; el que lo sigue en el cuadro de honor, Jacky Ickx (seis triunfos) fue dos veces subcampeón mundial de F-1. Mark Webber dejó la máxima categoría a fines de 2013 para firmar con Porsche; pudo haber ganado esta carrera en lugar de Hulkenberg si su compañero Brendon Hartley no hubiera pasado a un rival con bandera amarilla, lo que significó un stop&go de un minuto. Diez años después de su único título mundial, Jacques Villeneuve fue claramente derrotado en las 24 Horas de 2008 por Allan McNish -pese a que el Audi del escocés era menos veloz- y terminó siendo “liberado” por el equipo Peugeot; no hace tanto, Nigel Mansell, otro ex campeón mundial, quiso darse el gusto de correr las 24 Horas con sus hijos Greg y Leo. Se subió para el primer turno dado su status y a la media hora de carrera se dio un golpazo que dejó al auto fuera de combate y a sus hijos rumiando bronca.
Por P.V.
Fotos: www.lemans.org