CADA AÑO TIENE MENOS GRANDES PREMIOS. Europa, paradójicamente su cuna, sigue cediendo terreno en el calendario del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Si en su reunión de octubre la FIA aprueba el programa presentado este fin de semana en Hungaroring, y nada parece indicar lo contrario, la agenda 2012, además de ser la más nutrida, con 20 Grandes Premios, será la que porcentualmente muestre menos carreras europeas. Con la caída del Gran Premio de Turquía, algo que se veía venir por la escasa concurrencia y los problemas económicos, habrá 8. O sea un 40%. El mismo porcentaje, pero en escala ascendente que alcanzará por primera vez Oriente con el regreso de Bahrein. Espera aumentarlo con la anunciada incorporación de Rusia para el 2014. Otro retorno, el del Gran Premio de Estados Unidos, elevará la presencia americana que completan Canadá y Brasil (la única escala sudamericana), mientras que Oceanía seguirá representada por Australia, otro Gran Premio con futuro incierto. Como hace 18 años, continúa faltando África.
Lejos, lejísimos quedaron aquellas primeras dos décadas del Mundial donde Europa casi monopolizaba el calendario. También parece distante aquel más cercano 1997 donde con un docena de Grandes Premios sobre 17 fechas, Europa tuvo el pico de presencias. A partir de ahí comenzó una decadencia que se hizo más notoria al entrar en el nuevo siglo, con el ingreso de países no tradicionales pero fuertes económicamente para responder a las cada vez más ambiciosas exigencias de Bernie Ecclestone y los derrumbes de bastiones europeos que parecían inexpugnables como San Marino y Francia, éste ultimo el Gran Premio más añejo de la historia del automovilismo. Era inimaginable verlo fuera del calendario pero en el 2009 le llegó su momento del adiós, como ahora le llegó a Europa el de quedar con el menor porcentaje de carreras en toda la historia del Mundial. Cosas de estos tiempos de globalización e intereses económicos que aceleran mucho más fuerte que el deporte y las tradiciones.
Vale recordar la prohibición de publicidad de tabaco en la Unión Europea.
Hemos entrado de lleno en la e9poca del bumsineo,y ya no hay marcha atre1s.Lo del Nobel a Obama es una muestra me1s de la deriva de pensamiento que sacude a Occidente, dispuesta a entregarse en brazos de un discurso vacio,lleno de buenas intenciones,y me1s propio de un dirigente estudiantil de los 60 que del Presidente de la nacif3n me1s poderosa del planeta.No entro en la evidente ausencia de me9ritos de Obama, por que despue9s de que la Academia sueca premiara a Rigoberta Menchfa,Yasser Arafat o Al Gore,…sobran las palabras.