QUEDARA EN LA HISTORIA. No sólo porque es el primer título mundial que un piloto argentino consigue después de Juan Manuel Fangio sino porque se pareció mucho a esas jornadas épicas del deporte nacional, en el exterior, con los fanáticos despiertos en la madrugada para presenciar la hazaña. A los 31 años, José María López se coronó en Suzuka (Japón) como nuevo campeón mundial de Autos de Turismo (WTCC), una conquista que no por esperada es menos meritoria.
“Me imagino que hay mucha gente feliz en la Argentina en este momento”, apuntó López poco después de terminado el esfuerzo, habiendo ganado la primera de las dos carreras del domingo, y terminando sexto en la segunda. “Fangio fue quien hizo popular al automovilismo en la Argentina, así que es un gran honor para mí llevar otro título mundial al país.”
López se consagró en el mismo momento en que su compañero y rival, Yvan Muller, pinchó una cubierta y abandonó la primera carrera. “Lo habría dejado pasar si me hubiera apurado, yo sabía que con un cuarto puesto era campeón, pero quería consagrarme ganando. Se me hizo larga, como una carrera de 50 vueltas…”
Nueve victorias en 21 carreras, 16 podios, seis pole position (sobre once posibles), un carnet de conductor cercano a la perfección durante toda la temporada para el piloto de Citroën. “Va a ser muy difícil empardar una temporada como ésta, porque fue casi perfecta; pero por otro lado es un gran objetivo, porque yo siempre corro así, poniéndome una gran presión para hacer las cosas bien.”
Sin embargo, el cordobés cree que “se puede mejorar, siempre hay lugar para eso. Hace 23 años que corro y estoy mejorando todo el tiempo. Este año aprendí muchísimo en lo técnico, Yvan (Muller) dice que probablemente yo tuve una ventaja porque el Súper TC 2000 que manejé el año pasado en la Argentina es muy similar a este Citroën, pero yo me sentí mejor piloto en esta temporada. Sí, probablemente fue la mejor temporada de mi campaña”. Si López se sintió inexperto o disminuido en el arranque del año, nunca se notó: nunca, a lo largo del torneo, algún otro piloto fue líder del torneo. “No sé si empecé bien, aunque ya estaba en un buen nivel. Después de un par de carreras empecé a aprender y a cambiar cosas en mi auto.”
El flamante campeón reconoció que “el momento decisivo del torneo fue la fecha de Argentina, no sólo por mis dos victorias sino porque allí Yvan se dio cuenta de que la lucha por el título se iba a decidir a mi favor. Ese día, escuchando el Himno delante de tantos fanáticos, fue una cosa muy especial. Dicen que el año que viene el campeonato empieza en Argentina; sería extraordinario, porque creo que va a ir muchísima más gente que este año”.
Si acaso el volumen competitivo del WTCC no fue el ideal para un Mundial, la jerarquía de los rivales a los que López derrotó, ex campeones mundiales como Muller, Sebastian Loeb o Gabriele Tarquini, enaltecen lo suficiente la conquista. “Entre carrera y carrera estaba muy tranquilo, pero cuando llegaba a una pista sentía la presión. Especialmente en las dos fechas en China. Yo tuve algunas malas experiencias perdiendo títulos en la última carrera (como en el TC en 2009 o en Top Race el año pasado) y no quería desconcentrarme.”
Cuando todavía falta una fecha para acabar el certamen, López sumó 422 puntos contra 305 de Muller y 275 de Loeb. Sacó 117 puntos de ventaja cuando quedan sólo 55 en juego. “Ha sido mi mejor año en el automovilismo en términos de consistencia, pero también porque me sentí competitivo en todo momento. Fui rápido en todas las pistas, en todas ellas sumé puntos para el campeonato, cometí pocos errores.”
El 2015 lo encontrará seguramente defendiendo su título en el mismo equipo. “Si alguien me hubiera dicho el año pasado que yo podía ganar el campeonato, no le hubiera creído. Yo no lo creí sino hasta que pasó la fecha de Argentina. Yo era nuevo en el campeonato, fui el último piloto en llegar al equipo, tenía un montón de cosas por aprender, desde las pistas hasta el idioma francés, y me doy cuenta ahora de que todo pasó tan rápido…”
Por el equipo de VA
Fotos: Citroen Racing
La verdad que lo que dice la gente de Citröen en el otro post y lo que cuenta Pechito acá, no es novedad para los que lo vimos correr en Argentina. Siempre estuvo entre los más rápidos o fue el más rápido directamente. Además es un piloto aguerrido y consistente durante las competencias.
Me alegro por él, se merecía tener un año así y de paso poder cerrarle la boca a muchos que hablan desde la ignorancia.
Lo que lamento profundamente y me pone de muy mal humor es que los periodistas especializados se quejan de que el automovilismo tiene cada vez menos público y llegada a la gente, pero me pregunto ¿porqué, por ejemplo alguno de los periodistas de este blog que escriben en Clarín, no presionaron a los directivos de su diario para que por lo menos le dedicaran sino la primera plana, por lo menos la primera plana del suplemento deportivo?
Prefirieron poner una foto del puntero de un camponato de fútbol pedorro… Me parece que la conquista de un Campeonato Mundial fuera de la especialidad que fuera, merece una primera plana y las páginas subsiguientes.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo: las empresas de periodismo «deportivo» (en realidad, «fulbolero») y los mismos periodistas que se dicen «deportivos» cuando en realidad sólo saben hablar del fulbo (y digo «hablar», porque en realidad de fútbol no saben absolutamente nada salvo honrosas excepciones) ningunean SISTEMATICAMENTE al automovilismo, y sólo le dan algo de bola al TC, como si fuera lo único de éste deporte que existe en Argentina. Pero ésto no es nuevo, ya en su momento le negaron a Juan María Traverso el Olimpia de Oro (premio que JAMAS le dan a pilotos…) cuando había salido campeón de TC y TC2000 en un mismo año… Lo que significa que para que un piloto gane ese premio, al menos, debe salir campeón de F1
Pobre Loeb, en esa foto tiene el mismo protagonismo que tuvo durante el año en las carreras.
Igual si tengo la oportunidad de verlos a los tres es a el quien primero le pediria un autografo.
Loeb es un GRANDE, muy diferente a un piloto con muchos títulos.