Y DE YAPA.
«Mad Max», un rato después de ganar el Sprint del Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 en el espléndido Circuito de las Américas en Austin, Texas, con la fusta abajo del brazo en el Red Bull (tercero del año, sexto desde que se impuso la modalidad), el neerlandés se ufanó diciendo, «la carrera será un poco más difícil», dado que largaba sexto por el recargo impuesto en la clasificación que había dominado, por pisar suelo «prohibido» como son los pianitos externos de la pista (en el caso en la curva 19). Y al toque dio otra muestra de su altísima confianza; conocedor al dedillo del auto que tripula mandó que partir más atrás, «será divertido».
La temeraria maniobra contra la Ferrari del monegasco Charles Leclerc, apenas iniciado el Sprint en plena recta antes de llegar a la curva inicial, no tuvo consecuencias, las autoridades de la FIA, no vieron nada ilícito. La acción de Verstappen, al llevar hacia afuera, al borde interno del pavimento a Leclerc, impidió como pretendía el objetivo vital con sólo 19 vueltas por delante, hacerse de la punta. Posición solo colocada bajo cierto riesgo, en las primeras cinco vueltas cuando Lewis Hamilton lo siguió de cerca en el Mercedes. Ante el demoledor ritmo, Lewis entendió que no valía la pena castigar su auto, y conservó el segundo lugar.
«En esa recta hay mucho espacio y eso ayuda, intenté acercarme mucho a la curva por el interior para no perder la posición con Leclerc. El (Leclerc) estuvo mejor que yo en la largada, por eso intenté complicársela lo máximo posible y funcionó». Palabra de Max.
Verstappen reiteró sus aires triunfalistas «no será lo ideal partir sexto, de todas formas, el ritmo del coche es bastante fuerte y que eso me podrá ayudar, a pesar de que con la degradación no va a ser simple» y remató diciendo, «tenemos el Gran Premio en nuestras manos».
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A Hamilton, segundo en el Sprint y siete puntos sumados, lo siguieron Leclerc (largaba adelante el Gran Premio), con más seis puntos, Lando Norris (McLaren) cuarto, ‘Checo’ Pérez (Red Bull) quinto y Carlos Sainz, sexto, padeciendo por los desgastados neumáticos blandos de su Ferrari, único que los calzó.
En tanto, siguió con el paso cambiado Fernando Alonso, 13° en el Aston Martin que siguió sin recuperar la memoria de lo hecho en la primera parte de la temporada, además bloqueado en más de una ocasión por varios autos.
Los puntos del Sprint se repartieron así entre los ocho primeros. Verstappen, ocho; Hamilton, siete; seis al tercero Leclerc; y así, sucesivamente hasta el octavo George Russell en el otro Mercedes.
El Circuito de las Américas colmado, aguardó por otro triunfo del impasible Verstappen, si bien claro como reza la biblia fierrera, «las carreras hay que correrlas».
