DE LOCAL ES CASI IMBATIBLE.
Lewis Hamilton va dejando nuevos récords mientras transita el camino rumbo a los dos más preciados: la cantidad de triunfos (91) y títulos mundiales (7) de Michael Schumacher.
Además de acercarlo a eso logros, la angustiosa victoria del pasado fin de semana en el Gran Premio de Gran Bretaña le permitió convertirse con exclusividad en el piloto más ganador del Gran Premio de su país. Con su séptimo triunfo en Silverstone se despegó del francés Alain Prost que festejó seis veces (1981-83-88-89-90-93) en el Gran Premio de Francia y a diferencia de Lewis en tres circuitos (Dijon, Paul Ricard y Magny Cours) distintos. Tercero en este imaginado podio permanece el escocés Jim Clark con sus cinco éxitos (1962-64-65-66-67) en el Gran Premio de Gran Bretaña, también repartidos en tres escenarios: Aintree, Silverstone y Brand Hatch.
Sobre 33 campeones mundiales que hasta ahora tiene la Fórmula 1, hubo 20 que se dieron gusto de ganar en su país. Como contrapartida hay 13 que por distintos motivos se quedaron con las ganas. Están eximidos de culpas los finlandeses Mika Hakkinen, Kimi Raikkonen y Keijo Rosberg y el neocelandés Denny Hulme porque nunca en sus 70 años el Mundial de Fórmula 1 visitó sus países de nacimiento. También hay que disculpar a Jack Brabham porque Australia no tenía lugar en el calendario en sus años de vigencia en la Fórmula 1. Si, lo tuvo desde 1985 y esto posibilitó que Alan Jones dispusiese de la chance en esa edición y la del año siguiente. No la aprovechó porque el Lola no era un auto de punta y su mejor momento deportivo habían quedado anclado en su primer retiro a fines de 1981 tras ganar aquella recordada fecha final en Las Vegas.
Por el contrario los ingleses Mike Hawthorn, Graham Hill, John Surtees y Jenson Button dispusieron de varias oportunidades pero nunca pudieron vencer en su patria. Una falencia más notoria en Graham Hill y Jenson Button, quienes en sus distintas épocas disputaron consecutivamente ¡17 Grandes Premios de Gran Bretaña! sin llegar nunca antes que el resto de sus rivales. Hill, al menos hizo un pole (1968) y subió a un par de podios (1964-65), consuelos que también faltaron en el haber británico de Button. También falló bastante un virtuoso como Surtees, que participó en 12 Grandes Premios seguidos sin poder alcanzar esa victoria que tuvo cerca con sus segundos puestos en 1960, 1962 y 1963. Y algo menos se frustró Hawthorn quien hasta su retiro a fines de 1958 con el título bajo el brazo había corrido 7 carreras con segundos puestos detrás de Froilán González (1954) y de su amigo Peter Collins en 1958.
Jacques Villeneueve fue campeón pero en sus 10 presentaciones en Canadá no pudo repetir el triunfo que su padre Gilles logró en 1978. Lo mejor fue el segundo puesto en el 1-2 de Williams que encabezó su coequiper Damon Hill en 1986. Ni siquiera una visita al podio tuvo Phil Hill en sus seis intervenciones en el Gran Premio de Estados Unidos, donde la mejor cosecha fue su sexto puesto en 1960 en la única carrera que el Mundial de Fórmula 1 disputó en Riverside.
Le faltó tiempo a Jochen Rindt que apenas corrió dos Grandes Premio de Austria. Paradójicamente fueron el primero y el último de su campaña en el Mundial. No estaba afianzado en 1964 cuando la Máxima se presentó por primera vez en Austria y el Brabham-BMW no era muy confiable. Pasaba su mejor momento deportivo en agosto de 1970 con una serie triunfal de cuatro carreras (Holanda, Francia, Gran Bretaña y Alemania) que no pudo prolongar en su tierra ante el dominio de la Ferrari de Jacky Ickx .”Ya tendré otra oportunidad” dijo tras su abandono por un problema en el motor de su Lotus 72. No imaginaba que la muerte lo estaba esperando tres semanas más tarde en una curva de Monza…