FUE UNA PALIZA deportiva el título conseguido por Esteban Gini: dominó de principio a fin el campeonato y mostró una contundencia poca veces vista en el TC Pista.
A diferencia de lo que había sido la definición de 2014 en el Gálvez, con una magnífica lucha entre los Chevrolet de José Manuel Urcera y Camilo Echevarría y el Falcon de Mauricio Lambiris, esta vez el de Quilmes llegó tan holgado a la carrera con relación a Nicolás González (Ford), el único contendiente en pie, que le alcanzaba con sólo llegar. Implacable en la clasificación, demoledor en su serie y contundente ganador en la final, Gini es un campeón incuestionable y ya palpita el salto al TC. Además, cuenta con el plus de haber llevado a Torino a su primer título en el TC Pista, un mimo necesario para una marca que hace bastante no festeja a nivel nacional.
Los números de Esteban, que tuvo un auto superior durante todo el año preparado por el Nero 53 Racing, son elocuentes y justifican largamente la obtención de la Copa de Plata: 5 victorias (Concordia, Neuquén, Viedma, La Pampa II y La Plata), un segundo puesto (San Luis), 2 terceros puestos (La Pampa I y Posadas), 4 pole position y 7 triunfos en series. Ganó con holgura la Etapa Regular (337 puntos) y arrancó el play off con un colchón de 39 unidades que supo administrar a la perfección -y estirar- para llegar a La Plata con la corona casi en el bolsillo.
«No me desconcentré en ningún momento. Corrí todas las vueltas a fondo y pude ganar. Igual, no salí de mi eje y cuidé mucho el auto para el final», manifestó el «Tubo», quien le tiró flores tanto a su equipo como a la categoría: «El auto fue muy contundente todo el año. Es impresionante lo que trabaja mi equipo, mas que un equipo es una familia. Po otra parte, es un orgullo enorme formar parte de esta hermosa categoría. Gracias a todos por estar».
Ahora lo espera el TC.
Por Cristian Re
Fotos: AIF