UN NUEVO CAPÍTULO DEL DUELO ENTRE EL CAMPEÓN Y SU DESAFIANTE.
Fecha a fecha se va acercando el final del campeonato del Top Race y obviamente se aproxima la época de las definiciones. Además de esta novena cita en el Autódromo de San Jorge quedan las últimas dos en distintos circuitos del Oscar y Juan Gálvez porteño.
Reincorporado este año a la categoría con la obvia intención de convertirlo en el gran rival del campeón Josito Di Palma en la lucha por el título, Matías Rossi sabe por lo tanto que se le van acortando los tiempos para cumplir ese objetivo. Si bien entre ambos hubo bastante paridad (Josito ganó 4 carreras y Rossi venció en 3), la mayor confiabilidad del Fiat Cronos de Josito por sobre el Mondeo del Misil le permitió marcar diferencias. A tres fechas del final Rossi se ubica como escolta de Josito en el campeonato, a 31 puntos sin contabilizar el par de obligatorios descartes.
Por todo esto Rossi llegaba con intensas expectativas a un circuito como San Jorge que. como puntualizó “donde hacía muchos años que no corría.” No fue el único. También Lucas Guerra, pese a no tener pretensiones a la corona, desembarcó en el trazado santafesino con ilusiones al festejo mayor. “Tengo ganas de ganar una carrera antes de fin de año y qué mejor hacerlo en un circuito con tanta historia y al que vine varias veces cuando corría mi papa” destacó en la previa, Lucas, hijo de Miguel Angel Guerra, vencedor en este circuito de San Jorge eL 28 de mayo de 1989, la trmporada de su coronación en el TC2000 con una Renault Fuego.
Por ahora se dio el gusto Lucas, triunfador en el Sprint. Ratificó así su especilaidad en este tipo de carreras que ya vio sus triunfos en Concepción del Uruguay y Buenos Aires. Clave fue su pole en la largada, consecuencia de la grilla invertida que mejoró sus expectativas tras un octavo lugar clasificatorio sobre el Chevrolet Cruze del equipo de Juanjo Monteagudo. En cambio, ese discutible sistema de grilla invertida que propicia carreras más atractivas y triunfadores menos previsibles pero no es consecuente con la justicia deportiva, fue un bravo escollo para Rossi, el dueño de la pole real con el Mondeo del Lincoln Motorsport. Apenas pudo recuperar tres posiciones desde su octavo lugar de partida y para mal de sus pretensiones, el quinto puesto lo dejó un escalón por debajo de Josito Di Palma, el gran rival al que necesita descontarle puntos.
“Pensaba que la carrera iba a ser más compacta” señalaba Matías con el recuerdo de las distancias que en su desarrollo e 10 vueltas, tomaron Guerra y Facundo Aldrighetti adelante y Kevin Felippo y Josito, más atrás. Igual su gran apuesta está centrada en la final, a correrse desde las 11,30 hs sobre 30 minutos más una vuelta. “Tengo un buen auto para correr desde adelante” avisa. No se queda atrás Josito. ”Me tengo fe para la final” adelanta sobre su confianza en el rendimiento del Fiat Cronos de Octanos Competición. Ambos comparten la primera fila de la final y si no se enroscan en la curva inicial podemos tener la emotiva carrera que suplante con emotividad la poca cantidad (11) de participantes.