GUERRA MENTAL Y ESTRATÉGICA.
Está claro que el enfrentamiento Lewis Hamilton-Max Verstappen, ha excedido el terreno estrictamente deportivo para entrar en lo mental. Un terreno donde por su mayor experiencia, el campeón se maneja mejor y hasta lo que iba del Gran Premio de Hungría llevó las de ganar. Faltaba la carrera, pero marcar el rumbo tras el duro episodio de Silverstone era importante.
“Esto me da más energía”, respondió Lewis en la entrevista oficial ante la consulta de su compatriota y el piloto de Fórmula 1 Johnny Herbert, sobre cómo tomaba los abucheos que bajaban de las tribunas, y superaban los gritos de admiración por su pole número 101. Abucheos que partían de buena parte de los hinchas holandeses, de esa manera censuraban el lento andar del Mercedes Benz número 44 por delante de loa Red Bull de Max y Sergio Pérez en la parte final de clasificación, primero en la salida de boxes y luego en gran parte del circuito. Los resultados fueron concretos: Verstappen no pudo sacarle la pole a Lewis, y Checo ni siquiera logró abrir la vuelta rápida para intentar al menos quebrar el 1-2 de Mercedes, completado por Valtteri Bottas.
No hubo nada de ilegal en el accionar de Hamilton. Si, mucho de picardía, algo importante en el juego metal del que te hablamos, que ha transformado al enfrentamiento por el título mundial. Tan duchos como Lewis en ese tipo de juegos, no se escucharon quejas de parte de los siempre cuestionadores directivos de Red Bull, es más, debieron resignarse calladitos, a la derrota. “No tenemos quejas porque además de no ser ilegal, lo que hizo Lewis forma parte de su habilitad para jugar este juego. Hizo primero una gran vuelta y luego, obviamente, lentificó y especuló para no darle a nuestros autos un espacio limpio para acelerar mejor», se limitó a comentar Christian Horner, director deportivo de Red Bull.
«No estaba jugando ninguna táctica. No necesito jugar ninguna táctica. Sé lo que estoy haciendo en el auto, y es lo suficientemente rápido que no necesitamos agregar tácticas. Aquellos que están haciendo los comentarios, realmente no saben claramente nada sobre el trabajo que estamos haciendo, probablemente la razón es que no conducen en esta pista», se defendió Hamilton que fue en busca del récord de nueve victorias en el Gran Premio de Hungría. Por su lado, Verstappen no vio con agrado la actitud de su rival, pero reconoció que lo hecho por Hamilton no estuvo fuera de lo legal
Tal vez buena parte de esa resignación de la gente de Red Bull, incluído Verstappen, pasara por su mayor enfoque en la carrera. Allí donde, además de los duelos personales y mentales, se esperaba un juego de estrategias. Los Mercedes largaban con gomas intermedias, menos veloces pero de mayor duración. En cambio los Red Bull partían con los neumáticos blandos, más rápidos pero de corta vida útil en rendimiento.
El panorama con un supuesto ataque de los Red Bull en la curva 1 de un circuito de Hungaroring, difícil para los sobrepasos, invitó a imaginar nuevas asperezas entre Hamilton y Verstappen.»En los últimos días hemos estado respondiendo a esta estúpida pregunta todo el tiempo. Entonces, ¿podemos detenernos, por favor? Somos corredores, correremos y, por supuesto, correremos duro pero limpio”. Con estas palabras, Verstappen cortó la pregunta del presentador oficial en la conferencia de prensa posterior a la clasificación. Queda por esperar que ambos cumplan lo dicho con los hechos en pista.