RÁPIDOS Y FURIOSOS, ASÍ PASAN LOS AÑOS Y NI HABLAR EN EL AUTOMOVILISMO ARGENTINO Y GLOBAL.
La Serie IndyCar, casi a la par del NASCAR, lo más importante del automovilismo norteamericano, abrió el grifo 2025. Con suficientes atributos y aspectos perfectibles y ni por asomo, tampoco es el objetivo, cercana a la cúspide representada por la Fórmula 1.
El ejercicio iniciado en St. Petersburgo para los argentinos, refleja un contraste notorio. El año pasado, ilusiones, aspiraciones recargadas, merced al fenómeno producido por Agustín Canapino al cabo de su brava y desafiante experiencia bautismal junto al Juncos Hollinger Racing en 2023, cuando saltó sin escalas desde la Chevy de Turismo Carretera al bólido de Indycar capaz de transportarlo a casi 400 km/h.
Como cuando Esteban Tuero impactó retirándose de la F-1 a comienzos del año 2000, cuyas razones pese a innumerables intentos, nunca se han conocido en forma taxativa; la salida de Canapino del JHR y por ende de Indycar, al cabo de un proceso que decantó desde casi el arranque de 2024 con aquel topetazo recibido por Canapa de parte de Theo Pourchaire que desató el escándalo, aún hoy continúan flotando dudas y especulaciones sobre el lamentado final.
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La misión esbozada por el Juncos Hollinger Racing para el campeonato iniciado.
«Es convertirnos en la fuerza dominante de IndyCar. Preparamos nuestros autos de carreras con la precisión de la Fórmula, 1 y hemos reunido a un equipo de 60 personas para asegurarnos de explotar al máximo el poder de las posibilidades».
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Por dotes conductivas, mentalidad y espíritu ganador, Canapa -en Visionauto siempre hemos coincidido- debió hacer el intento para continuar corriendo en EE.UU. Es cierto, quizá esmerilaron esas eventuales intenciones, toda la hojarasca acumulada entre tantos vaivenes vividos, padecidos, sobre los que Agustín en contadísimas ocasiones deslizó, “fue un año muy duro para mí, me la hicieron pasar muy mal».
También influyó para su vuelta al pago -reconocieron unos que lo conocen bien- su objetivo de continuar su carrera como corredor profesional, por ende su medio de vida, y razón de un pasar económico tranquilo luego de sobresaltos y complejidades serias acentuadas sobremanera, a partir de la lamentada muerte de su ideólogo, su padre Alberto.
Indycar 2025 se ha distanciado del calor inigualable que pueden brindar tantísimos argentinos, apasionados a veces en exceso, como se reflejó ante el paso de Canapino. La categoría es indudable, mantiene y aquilata altos puntos de interés con las célebres y únicas 500 Millas de Indianápolis. La fantástica carrera que acaso, pudo torcer el destino de Canapino de haberlas finalizado en 2023 y 2024…
Hoy el presente y futuro de Agustín viaja en autos de Turismo Carretera, Turismo Carretera 2000 y TC Pick Up, a la búsqueda de recuperar el esplendor vivido. Por ahí, en su interior persista el anhelo de volver a enfrentarse con las 500 Indy; meta que puede presumirse, distante. De todas formas, en Visión siempre se abona aquello de que «la Fe se ríe de lo imposible».
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PALOU, UN ESPAÑOL CON UNA FANTÁSTICA ESTIRPE DE CAMPEÓN
El español Álex Palou en St. Petersburgh en el Estado de La Florida, comenzó la sexta de sus brillantes temporadas en IndyCar, también como hombre a batir, con tres campeonatos en su palmarés y dos ganados de forma consecutiva.
Al frente del equipo Chip Ganassi, Palou retomó el volante luego de un 2024 inolvidable para él, al conquistar el tercero de sus título en cuatro años, ubicándose entre uno de los trece pilotos más exitosos en la historia de Indycar.

Y fue de maravilla, el inicio para Alex. Ganó en el callejero de St. Petersburgo. Firmó una espléndida actuación en la primera de las 17 pruebas de IndyCar.
Remontó desde el octavo puesto logrado en clasificación, brilló en la batalla de estrategias y resistió los ataques en las últimas vueltas del estadounidense Josef Newgarden del Team Penske, quien perdió el segundo puesto en la última vuelta en favor del neozelandés Scott Dixon del equipo de Chip Ganassi como Palou.
De esa forma, se dio un día fantástico para Chip Ganassi, ya que Dixon también remontó desde el sexto puesto para completar el 1-2 del equipo de Palou, quien logró así su decimosegunda victoria en IndyCar. Mientras tanto, el neozelandés Scott McLaughlin (Team Penske), autor de la pole, no acertó con la estrategia y culminó cuarto.
St Pete sabe pasar facturas. Como en ediciones anteriores, hubo un accidentado inicio producto delchoque que dejó fuera de acción en la primera vuelta al campeón 2022, Will Power (Team Penske), a Nolan Siegel (Arrow McLaren) y Louis Foster (Rahal Letterman Lanigan).
Renovado el Juncos Hollinger Racing del argentino Ricardo Juncos y el norteamericano Brad Hollinger. Conor Daly largó 22º y llegó 17º; después de avanzar al comienzo se mantuvo en la vuelta de Palou ganador. Ray Robb salió 26º y concluyó 21º a una vuelta de Palou.
El momento clave de la carrera se vivió en la vuelta 73, cuando Dixon salió detrás de un Palou que había parado justo antes y que agarró entonces la punta. Una vuelta después, Dixon, todavía sin temperatura en los neumáticos, tuvo un traspié cuando Newgarden le adelantó para colocarse segundo. A partir de ahí, Palou pareció distanciarse, sin embargo perdió tiempo cuando quiso pasar al local Sting Ray Robb del Juncos Hollinger Racing. Eso derivó en que Newgarden se acercara al español hasta pisarle los talones todavía con 10 vueltas por delante. Sin embargo, con enorme frialdad y precisión, Palou no se inmutó, contuvo a Newgarden, adelantó por fin a Robb cuando ya solo quedaban cinco giros y se dedicó de ahí en más, a mirar sólo hacia adelante. Otra victoria extraordinaria lo aguardó.

Quedó corroborado.
El catalán Palou, nacido en Sant Antoni de Vilamajor en 1997, sigue hambriento de éxitos; por eso su mente y físico continúan puestos a full para siempre optimizar su rendimiento y conseguir éxitos como el alcanzado en el arranque de IndyCar en 2025. «Tenés que cambiar, o vas a perder muy rápido. En todos los deportes, si no cambias, te van a alcanzar rápido. No me voy a volver loco, y no voy a cambiar todo, pero intentaré cambiar cosas físicamente, mentalmente y en la manera de conducir. Vamos a cambiar un poco para ver si podemos seguir al frente. No pensé en 2024 al correr de nuevo en St. Pete; ahora solo se trata de 2025», había subrayado Palou antes de la carrera.
El catalán se proclamó campeón en 2024 gracias a su continuidad. Aunque solo ganó dos carreras, limitó al máximo los errores y terminó imponiéndose con mérito. Asumió este año, desafíos que le restan superar. Entre ellos resultar más competitivos en los óvalos, una de sus asignaturas pendientes. «Al final vas analizando un poco dónde flaqueas más, si es en la entrada de una curva, en defender o pasar autos. Una vez ves que siempre es en la misma zona, intentar ver si es por cuestiones mías de confianza, por el coche, si necesitas algo diferente. Se trata de trabajarlo, veremos si funciona o no la primera vez que estaremos en un óvalo este año, mientras continuamos analizando e intentando detectar cuál es el problema», admitió. Y si de óvalos se trata, el sueño de Palou es ganar las icónicas 500 Millas de Indianápolis, ¡que mejor!, una carrera que estuvo cerca de conquistar el año pasado, cuando finalizó quinto.
¿Quienes asoman como sus principales rivales por el título de campeón de Indycar 2025, cuyo calendario abarca 17 carreras? Los del Team Penske, Scott McLaughlin, Will Power y Josef Newgarden, el mexicano Pato O’Ward de Arrow McLaren, de vertical crecimiento en las últimas temporadas, rozando el triunfo en la Indy500.
Alex empezó como es: un fuera de serie.
Fue muy reveladora la experiencia de Agustín en IndyCar. Un piloto de lo mejor que tenemos que quiso hacerse un lugar en una de las categorías más competitivas del mundo. Sirvió para que nos demos cuenta de lo difícil que es y de lo lejos que estamos del automovilismo de élite. Ahora estamos viviendo otra experiencia con franco que muestra lo mismo. Mis conclusiones son: estamos lejos, es muy difícil y no solo es tener plata, como tantas veces teorizamos. La plata es condición necesaria pero no suficiente.
Es paradojal, que la categoria mas popular en argentina se sustente sobre marcas de origen americano y siempre c le haya dado la espalda a un automovilismo, mas accesible y menos politico que el europeo, que es el punto cardinal al que apunta el 90% de los intentos.
Canapino, hizo lo logico que es volverse. por edad y carencia de presupuesto, efectuo la movida que se indica de manual: retornar adonde es un referente. que chances ciertas, tenia de poder reinventarse alla, nulas. el mecenazgo americano solo lo lleva adelante -en modo esporadico, occhionero- llevando a werner al trans am y antes con ortelli en algunas carreras de la escalera de la nascar. ojala, en este marco exploratorio, leguizamon obtenga un buen desarrollo en xfinity.
en ocasion que algun argentino triunfe alla, quizas se analice mas firmemente intentar una trayectoria norteamericana.
la indy, es una categoria mas accesible de poder traer. con menos prerrogativas que la F1. pero la ola colapinto, resulto un tsunami par alos intentos de juncos de traerla. todos los focos estan puestos en la categoria de mayor difusion mundial. no c sopesa que la indy podria tener hasta 2 eventos en el pais. se podrian hacer CABA/Santiago – CABA/SanJuan – Santiago/SanJuan, 2 carreras al 70% del valor de una de F1