«¿QUE PIENSO DE la vuelta a las cargas aerodinámicas?, y que estuvo bien; si la ACTC no lo hacía se desbalanceaba toda la categoría y no la acomodaban más…».
El que opina es Johnny Laboritto; sí, desde ya, motorista pero hombre ducho si los hay en Turismo Carretera. «Yo creo que se debió probar más antes de volver a colocar los alerones en los autos. Eso sí, también pensando en el peligro que era andar sin alerones, había que hacer algo». «Si se corría en Posadas -apunta- sin alerones…, no se que hubiera pasado…».
Ahora sí, Johnny habla de su «rubro»: los motores. Reitera que la diferencia de potencia entre los Ford y Chevrolet «es mucha, más o menos unos 25-30 caballos y además la gama de revoluciones en las que se eroga la mayor potencia, es más amplia en los Ford, empieza en las 6000-6500 vueltas, en cambio los Chevrolet recién a las 8000 y para que rinda el máximo tienen que ir hasta las 9500″.
El de Dolores está tranquilo, ya se reincorporó a su staff el gran mecánico que se había lastimado una mano; Oscar Aventin supo decir que era uno de los motivos por los que sus motores habían caído algo en rendimiento…
Por C.S
El ford de Gialombardo no dejo de rendir por ese mecanico que le faltaba a Johnny….
tremenda estupidez….