CUANTAS VECES ESCUCHAMOS A LOS pilotos decir, al contar sus triunfos, que tuvieron una carta ganadora en el rendimiento de su auto, el trabajo de su chasista y/o motorista, la tarea del equipo e incluso su determinación personal.
Bueno no vamos a negar que en este reencuentro con la victoria que tras cuatro años protagonizó Juan Marcos Angelini en la segunda final de Río Hondo, tuvieron que ver su veloz Dodge, la atención del UR Racing, y la capacidad conductiva del Tati para, «sin arriesgar demasiado» como acotó, aprovechar las oportunidades que se le presentaron para llegar a su tercer triunfo en 119 carreras de TC.
La pasada de Facundo Ardusso («calenté los frenos en las tres curvas anteriores y el auto zapateó») primero, el leve despiste de Agustin Canapino («fue la consecuencia de ir al límite con un auto que fue perdiendo ritmo»), después. Alternativas que a partir de la primera entrada del auto de seguridad sacaron, ¿genuinamente?, a la carrera del trámite anodino que con Canapino, Ardusso y Angelini, en ese orden, apuntaba a repetir el podio del sábado. Hubiese sido letal para esta doble fecha, que dejó algo que desear con una concurrencia que aunque mayor al año pasado, no fue la pretendida.
Sin embargo esta vez la carta ganadora lo fue en todo el sentido de la palabra, ya que la base de su domingo feliz, este santafesino de 28 años la construyó a partir de la carta con la que en los días previos, le pidió a la CAF de la ACTC postergar para la próxima carrera en Paraná la sanción de largar ultimo en su serie, por haber llegado a los tres apercibimientos. Recordá que Tati la tenía, luego que en la anterior carrera de Posadas completó con su toque a Laureano Campanera, el cupo abierto en el 2012 en las carreras de Paraná y La Plata.
«Estaba dispuesto a aceptar la sanción pero no me parecía justo que pagara en dos carreras la sanción que era por una», contó Tati, sobre el argumento que esgrimió ante las autoridades recordando la existencia de la única clasificación del viernes en esta doble fecha de Río Hondo. Una situación que no sólo lo condenaba a partir retrasado en la carrera inicial sino que también le complicaba las chances en la segunda ya que su ordenamiento de series se armó de acuerdo al resultado de la primera final. Un argumento entendible que esta vez, afortunadamente, encontró la lógica aceptación por parte de los integrantes de la Comisión Asesora y Fiscalizadora, la famosa CAF.
«La CAF es una entidad integrada por muchos y respetables profesionales que cuando te tienen que bajar la caña te la bajan, pero que también te reconocen cuando los pedidos son justos. Esta vez tomaron la decisión acertada». De más esta decir que estas fueron las palabras con las que tras el final feliz, el extravertido y siempre prolijo Tati reconoció, en un tácito elogio, la decisión de la autoridades. ¿Qué otra cosa iba a decir?.
Está claro que el Dodge número 10, fue rápido y consistente, que el equipo trabajó muy bien y que Angelini no se equivocó y supo aprovechar sus chances, pero el triunfo no hubiese sido posible de no haber mediado esa carta, que tal vez reviviendo su infancia con la ilusión de los Reyes Magos, Tati le escribió a la CAF. Y como seguramente le habrá pasado con los Reyes cuando era chico, el pedido se hizo realidad y le trajo este triunfo que como reconoció «llegó en el momento justo porque lo estaba necesitando…»
Por el equipo de VA (Especial desde Río Hondo)
Fotos: Prensa ACTC.