LA TEMPERATURA SE FUE A LAS NUBES.

Fue luego que en Bahrein y mientras los autos de F-1 entrenaban!, se filtraran una serie de mensajes privados vinculados al espinoso asunto, entre Christian Horner y la empleada de Red Bull quien lo denunció, enviados al menos a un centenar de personas desde una dirección de email desconocida. Los envíos trajeron un enlace a un archivo de Google Drive que contenía los documentos con el texto: «A raíz de la reciente investigación y declaraciones de Red Bull le interesará ver el material adjunto».

Entre quienes recibieron esos envíos, ha habido ejecutivos de la Fórmula 1, de la FIA, directores de equipo y periodistas  acreditados de forma permanente. El nuevo episodio causó tanta repercusión que Horner debió emitir un comunicado de prensa personal.

«No haré comentarios sobre especulaciones anónimas, pero reitero que siempre he negado las acusaciones. Respeté la integridad de la investigación independiente y cooperé plenamente con ella en todo momento», sostuvo el «1» de Red Bull en su comunicado y acotó, «ha sido una investigación exhaustiva y justa llevada a cabo por un abogado especialista independiente, y ha concluido desestimando la denuncia presentada. Sigo plenamente centrado en el inicio de la temporada».

¿Continuará?

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LA NOVELA DE HORNER DEMANDABA UNA RESOLUCIÓN: LIBRE DE CULPA, LA DAMA PUEDE APELAR…

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ACABÓ LA INCERTIDUMBRE EN RED BULL. PERO… ¿ACABÓ?

LA EMPLEADA DEL EQUIPO QUE DENUNCIÓ EL ABUSO POR PARTE DE «1», PUEDE APELAR.

El Team Principal de Red Bull, Christian Horner, fue declarado inocente de abuso a una empleada del equipo, tras una investigación interna, luego de que se formularan acusaciones de conducta inapropiada y controladora contra él.

Horner arranca su 20ª temporada con Red Bull, desde el arranque del equipo en la Fórmula 1 en 2005. La marca consiguió 113 victorias en Grands Prix, siete títulos mundiales de pilotos y seis Copas de Constructores.

«Red Bull confía en que la investigación ha sido justa, rigurosa e imparcial», afirmó un portavoz de la compañía. No se proporcionaron detalles sobre las acusaciones ni la investigación.

La sede de Red Bull Racing en Milton Keynes (Reino Unido)

El comunicado, emitido por la sede central de Red Bull en Austria, añadió: «La demandante tiene derecho de apelación». Esa declaración permite suponer que la empleada continúa trabajando en la compañía. Un mes atrás circularon rumores acerca de una oferta de casi 700 mil libras esterlinas para que retirara su denuncia. 

«El informe de la investigación es confidencial, y contiene información privada de las partes y terceros que ayudaron en la investigación; por lo tanto no haremos más comentarios por respeto a todos los involucrados. Red Bull seguirá esforzándose por cumplir con los más altos estándares en el lugar de trabajo».

La decisión apareció un día antes del inicio de la actividad del Mundial 2024, este jueves 29 de febrero en Bahrein. La Fórmula 1 en general, reclamaba una decisión antes de que el torneo se pusiera en marcha.

El Red Bull RB20, el arma de la marca para 2024

Ahora bien, lo que parece haber apurado a Red Bull fue la molestia de su futuro socio, el gigante automovilístico estadounidense Ford, que proveerá de motores a Red Bull a partir de 2026.

El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, escribió una carta al equipo que se filtró a la agencia Associated Press, en la que dijo que estaba «cada vez más frustrado, sin embargo, por la falta de resolución, o indicación clara de su parte sobre cuándo anticipa una resolución justa y equitativa de este asunto».

«También estamos frustrados por la falta de total transparencia en torno a este asunto con nosotros, sus socios corporativos, y esperamos recibir un informe completo de todos los hallazgos».

LA CRONOLOGÍA DEL CASO

Cuando las acusaciones surgieron por primera vez el pasado 5 de febrero, Red Bull emitió un comunicado diciendo que se estaba tomando el asunto «extremadamente en serio», e iniciaba una «investigación independiente».

El mismo día, Horner reaccionó ante el periódico holandés De Telegraaf, que había tenido la primicia: “Niego completamente estas afirmaciones».

El 9 de febrero, un abogado entrevistó a Horner durante ocho horas, pero curiosamente, luego de la entrevista el pesquisador se tomó vacaciones. Recién hace unos días, después de que Ford hiciera conocer sus molestias, el informe del pesquisador llegó a la matriz de Red Bull, en Salzburgo.

¿Futuro?; no, presente. El Hangar 7 de Red Bull, en Salzburgo

Las acusaciones eclipsaron el lanzamiento del nuevo RB20 de Red Bull el 15 de febrero, cuando Horner volvió a negar las acusaciones, y dijo que eran «una distracción» para su equipo.

En ese momento afirmó que tenía el respaldo total de todos los propietarios de Red Bull. La empresa pertenece en un 51% a la familia Yoovidhya de Tailandia y un 49% a la familia del fallecido Dietrich Mateschitz en Austria.

El Team Principal de Mercedes, Toto Wolff, había pedido que la investigación fuera transparente, y remarcó que era «un problema para toda la Fórmula 1».

Liberty Media, propietarios de los derechos comerciales de la Fórmula 1, había instado a Red Bull a aclarar el asunto, «lo antes posible después de un proceso justo y exhaustivo».

La FIA había dicho que no comentaría hasta que la investigación se completara, pero agregó: «La FIA sigue comprometida a mantener los más altos estándares de integridad, justicia e inclusión dentro del deporte».

 

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