NO TODO FUE FIESTA EN EL RALLY DE ARGENTINA.
“Su hijo vino a verme y me dijo: Papá no se despierta…”, Hernán Sturzenegger se emocionó al recordar anteVisión, como en la soleada mañana cordobesa el drama comenzó a instalarse en la carpa que compartía con su amigo Andrés Lema, y el hijo de éste Tomás, de 17 años.
Los tres habían llegado el día anterior desde Gualeguaychú para vivir la fiesta del rally mundial. Era un rito desde 1991, y en los últimos tiempos le habían incorporado el Dakar. Para este año el lugar elegido estaba en la parte alta del amplio curvón que los corredores enfrentaron unos 200 metros después de la largada del tramo Los Gigantes-Cantera el Cóndor.
Papá Lema no despertó nunca. A los 49 años un infarto terminó con su vida y esta desgracia, además de poner la nota negra a la segunda etapa del Rally de Argentina, motivó una pequeña demora en la largada del tramo. El frío de la noche anterior y algún exceso en la comida y bebida empezaron a instalarse como teorías de la tragedia entre el numeroso público instalado en el lugar y que por unos momentos acalló sus gritos y el clima festivo al enterarse de la desgracia. Visión pudo comprobarlo en el lugar como testigo cercano del drama. Un profundo silencio acompañó el traslado del cadáver a la ambulancia. Patética fue la imagen de tristeza de su hijo Tomás. Se entendió por cierto.
“Andrés se sintió mal la noche anterior. No sé por qué pues no habíamos comido mucho y tampoco creo que haya sido por el frío ya que no hizo tanto, y hasta dormimos con la carpa entreabierta. Andrés se levantó a las cinco de la mañana, me pidió papel higiénico, para hacer sus necesidades y se volvió a acostar. Ya no se levantó más y me enteré de lo sucedido cuando me llamó su hijo” ,recordó Sturzenegger antes de agregar que además de su hijo Tomas, su amigo Andrés Lema tenía una esposa y otra hija.
“Para mí no solo se terminó este rally, se terminaron los rallies para toda al vida…”, sentenció Hernán ante VA, sensiblemente afectado por la desgracia, tras levantar la carpa y subirse a la camioneta para comenzar la larga espera de la apertura del camino.
Segundos después el tricampeón Sebastien Ogier levantaba polvareda con su Polo en esa curva en su primer derrape del tramo. Ese que Andrés Lema tal vez también vio pero desde el lugar menos imaginado y deseado.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Villa Carlos Paz)
Fotos: Mónica Paz y Visionauto