Y UN DÍA, HACE POCO, GUILLERMO ORTELLI, DECIDIÓ VOLVER.

«Héroe» nacional del Turismo Carretera, siete veces campeón, ídolo de los hinchas de Chevrolet y admirado y respetado por todos.

El año pasado en la carrera de TC en Toay, La Pampa, después de anunciar su retiro a los 48 años poco antes en la ACTC en compañía de su esposa Analía e hijo Mateo, Guillermo Ortelli disfrutó de un retiro glorioso en el circuito pampeano, ante una multitud que sin colores le brindó un reconocimiento inolvidable.

Tranquilo, consciente y convencido de la saludable y apropiada decisión resuelta, se abocó luego aún más a la dirección deportiva del JP Carrera. Retirarse a tiempo como deportista de alto nivel, y más aún de un deporte de alto riesgo como el automovilismo, se emparenta a una decisión acaso muy costosa desde lo anímico, pero a la vez, inteligente y llena de sapiencia. Existen ejemplos de deportistas quienes no supieron cantar «no va más» en diferentes deportes, y en algunos casos provocaron dolor.

Un día, no hace mucho, amigos, allegados al JP (dijo), lo tentaron a volver. Y muchos hinchas lo celebraron, la mayoría acaso, sin percatarse que sus ganas y apasionamiento de ver en acción de nuevo al gran ídolo, se colocaron por delante de la razón y la sensatez. Se trataba de que Ortelli se volvía a calzarse el buzo antiflama y el casco en TC Pick Up. Vehículos con rendimiento en alza, muy similares a los de TC y más indóciles para conducirlos.

Y el Guille aceptó; volvió. Hizo caso omiso a aquellos que entendieron que no valía la pena (quien te escribe lo ha sostenido); que la gloria deportiva conseguida lo sitúa entre los más grandes entre los grandes de la historia del automovilismo nacional y su derroche de talento y capacidad había sido mucho más que suficiente.

En la largada de una de las series de TC Pick Up se produjo el incidente múltiple, los comisarios excluyeron del evento a Mauricio Lambiris, considerándolo responsable. Acaso quede relativizado el punto; los accidentes son frecuentes en las carreras de autos. Ocurrió en La Plata, pueden ocurrir en cualquier circuito y categoría. La camioneta de Ortelli tocada por la de Lambiris, se cruzó y quedó en la peor posición, la más temida que supo dar pie a accidentes mortales: Cruzada con el malón de chatas juntas a poco de largar.

Tenso diálogo. Lambiris una vez finalizada la serie en la que tuvo lugar el incidente,  fue a hablar con Ortelli sobre lo ocurrido (Foto Prensa ACTC)
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La respiración se contuvo, hasta disiparse cuando los ojos de todos comprobaron que las consecuencias eran solo de mucha chapa y fierros rotos. Ortelli y los demás muchachos involucrados, la sacaron más que barata. Si hasta el «Rey de Salto» señaló que «no tenía ganas de largar la final».

¿Era necesario Guillermo?

No.

«…Meto mas de la trompa más, casi media de media de camioneta en el interno, y Guille viene, la verdad quise frenar oara evutar k la maniobra mas allá que no tenía responsabilidad porque venia pordentro y la verdad que no pude, lamento mucho la situación…«.

Un pasaje de lo explicado por Lambiris.

 

https://www.instagram.com/reel/CrYnMq-gLsV/?igshid=MDJmNzVkMjY=

«Quedamos expuestos al azar…».

«No tengo demasiadas ganas de largar (finalmente corrió la final)».

Dos frases de Ortelli. Suficientes.

Imagenes: gentileza TV Pública. Twitter e Instagram Campeonesnet

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2 COMENTARIOS

  1. Si bien fue presionado por la ACTC para incorporarse a esa innombrable categoría por falta de corredores de peso, bien podría haberse negado y seguir como asesor, pero no supo decir NO.
    Por los comentarios el choque en el que se vio involucrado no fue por su culpa, pero los riesgos están al orden del día en ese negocio-deporte y Guillermo no tenía nada que ganar, ya lo había ganado todo y más de lo que se había propuesto: siete (7) títulos y por si fuera poco su calidad humana que salvando las distancias en ese sentido lo emparenta con Fangio y otros ídolos.
    Creo que se escapó la tortuga y en todo caso no debe hacerse leña del arbol caído, toda una parábola porque no se cayó de ningún lugar, reflexione Guillermo y largue todo, viva la vida con sus amigos y familia y siga como director deportivo.
    Muchos saludos

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