ALGO ES ALGO.
Seguramente habrá dicho Matías Rossi, al enterarse que la inicial suspensión de dos fechas se redujo a una sola, y que la multa original de 200.000 pesos quedó finalmente en 150.000. Descuentos del 50% y 25%, que no son pocos si recordamos el episodio que lo provocó como fue la durísima declaración del Misil en la fecha final del TC en San Nicolás, en la que calificó como “el mayor robo de mi campaña deportiva”, la decisión del recargo adoptado por los comisarios deportivos tras los pontonazos con Jonatan Castellano.
Dieron y dan para diversos análisis la sanción inicial (recargo) de los comisarios deportivos, la suspensión de 2 fechas y la multa de 200.000 pesos aplicada por la CAF, y la posterior reducción de esa pena por parte del Tribunal de Apelaciones, sin que, como es costumbre, haya una explicación oficial sobre el por qué de las determinaciones.
En relación a la última determinación que redujo las sanciones a Rossi, no resultó sorpresiva en función de antecedentes y también del nombre del involucrado, sin dudas uno de los pesos pesados de la categoría. Si, quedó la duda sobre la ligereza con la que se atenuaron las sanciones, sobre un hecho que fue serio muy serio, porque la acusación de Matias no solo involucró a las autoridades, sino también a la ACTC.
Foto: sitio oficial Matías Rossi
Eso es lo que querían los de la ACTC, hacerlo venir al pie a matias y marcarle cancha.
Como que ellos son los que mandan,conforme lo dicho por un dirigente: con solamente aparecer por la ACTC le reducián la sanción.
Tenés razón Matias en tus dichos, pero de antemano sabés con quienes te metés y de tus compañeros nunca esperes un apoyo, es así de simple, el deporte del automovilismo desapareció hace muchos años y con ese deporte también desapreció el compañerismo.-