LA EDICION 2011 del clásico francés pasará a la historia como uno de las más apretadas de todos los tiempos. ¿Querés saber por qué?
Después de 23 horas y 26 minutos de combate, con golpes de escena increíbles, el Audi R18 nº 2 y el Peugeot 908 nº 7 volvieron a la pista tras cumplir su última detención en boxes. La victoria estaba al alcance de cualquiera de los dos.
El coche alemán era piloteado por un piloto alemán, André Lotterer. El francés, por un volante galo, Simon Pagenaud. Nada de lo que había sucedido hasta entonces, importaba ya. Solo había seis segundos de diferencia entre uno y otro. ¡Seis segundos al cabo de casi 24 Horas!
Después de 345 vueltas, 4.700 kilómetros de carrera, ¡sólo seis segundos! Las 24 Horas iban a decidirse en ese sprint final. ¿Sabés cuánta gente había en Le Mans? 249.500 espectadores, según los organizadores…
El planteo estaba claro: el Audi es más veloz, el Peugeot consume menos. Hasta ese momento, el R18 se había detenido en 30 oportunidades a lo largo de la carrera; el 908, solo en 27. Esa mayor estadía en boxes, el R18 la recuperó en la pista.
El coche alemán llevaba 36 segundos de ventaja al entrar a boxes para cumplir con esa última parada. El equipo calculó que había ventaja suficiente para calzar neumáticos nuevos, blandos. En Peugeot se la jugaron: solo combustible. Así achicaron la diferencia en medio segundo.
Así que Lotterer y Pagenaud salieron a la pista a jugarse con todo. El Audi más veloz con gomas nuevas contra el Peugeot marginalmente más lento y con cubiertas al límite. ¿Podría el tráfico jugar un papel inesperado?
“Fue intenso, muy intenso –contó luego Lotterer en el podio- Yo veía el reloj cada vez que pasaba por la recta, cada vez quedaba menos tiempo, y la diferencia se estiraba”. En esas condiciones, el Audi podía sacarle hasta dos segundos por vuelta al Peugeot, corriendo a 230 km/h de promedio. ¡Espeluznante! Cuando la diferencia llegó a 16 segundos, Lotterer se tranquilizó. Cruzó la meta 13 segundos delante de Pagenaud.
A Lotterer lo acompañaron el suizo Marcel Fassler y el francés Benoit Treluyer, que había marcado la pole-position. Para Audi fue la décima victoria en Le Mans en 13 participaciones, desde 1999. Ahora es la segunda marca más vencedora en el clásico, detrás de Porsche (16) y delante de Ferrari (9).
Peugeot volvió a hacer el 2-3, como en 2008, pero las caras de contrariedad hablaban más de una derrota que de otra cosa… Los coches franceses habían ganado ya las 12 Horas de Sebring y los 1.000 Kilómetros de Spa, pero lo que importa siempre es Le Mans.
Sean 24 Horas o 34 minutos.
Foto: ACO