UN CAMPEÓN DE LA CASA.
Entre la alegría y el bullicio de los múltiples festejos por la tercera corona de Mariano Werner en el TC, no todos repararon que el entrerriano resultó con su coronación 2023 ¡cuádruple campeón!. Le faltó aquella victoria en 2010 que tuvo tan cerca, justo en un circuito como Paraná que conoce como nadie, sin embargo encontró en su tocayo Altuna una barrera infranqueable. No cumplir con ese obligatorio requisito (paradójicamente fue la única de las 15 temporadas completas que lleva Mariano en el TC, en la que no ganó ninguna carrera), le hizo perder el título ante Agustín Canapino, quien curiosamente con los años se convirtió en cuádruple campeón mientras que por ahora Mariano es “sólo» tricampeón.
Por supuesto, es realmente valioso ser tricampeón de Turismo Carretera. Estadísticamente lo pone en el mismo escalón que Roberto Mouras y Oscar Castellano, dos grandes de la historia de la categoría. El Toro y Pincho, quienes dirimían sus ásperos duelos más en las rutas que en los autódromos en los ´80 y principios de los´90, cuando Mariano (30/12/88), ni había nacido o era chiquito. Por eso y por sus estaturas deportivas, Roberto y Oscar, quedaron como referentes de una época inolvidable del Turismo Carretera- Otros tiempos, otro TC.
Este TC que transita y domina Werner es distinto. Y no sólo por los obvios detalles de nuevos autos así como pilotos. También pueden mencionarse factores que incidieron: La abolición de los semipermanentes, exclusividad en autódromos, televisación permanente, invasión de las redes sociales. Es más comercial, mediático, superprofesional, más enlazado a distintos intereses de la categoría y los protagonistas, más disciplinado y más federal. Con la misma velocidad que lleva su Ford en las pistas y con esa astucia/picardía mostradas en tantas actitudes y declaraciones, Werner ha sabido acomodarse a esa realidad hasta adquirir un sentido de pertenencia con el TC, que pocos imaginaban en sus jóvenes años en los monopostos, algo más adelante en TC2000, y mucho menos luego del choque a Matías Rossi en la fecha final 2011 en el Roberto Mouras. Aquel recordado incidente a menos de media vuelta del final, que le dejó servido el séptimo título a Ortelli, y derivó en una suspensión de seis meses para Werner. Pareció una mancha imborrable para el entrerriano en un ambiente en el cual, más tarde o más temprano, pasa facturas.
Vaya a saberse porqué, no fue para tanto, y poco a poco Werner recompuso su imagen hasta insertarse fuertemente, incluso más recientemente, con su decisión de lanzarse a TC Pick Up. Actualmente Mariano es un piloto plenamente identificado con el TC, pese a correr en otras categorías. El TC está chocho por tal pertenencia, y a su vez por haber encontrado un referente ideal para los tiempos actuales. Condición que hasta su retiro había adquirido Guillermo Ortelli, y además como apuntaba serlo Agustín Canapino, hasta que pegó el volantazo rumbo a IndyCar. Con este Mariano Werner tricampeón, ese lugar está bien cubierto.