UN PODIO REPARTIDO ENTRE HOMBRES Y MUJERES
Ocurrió tras las recientes 6 Horas de Portimao, la segunda carrera del año del Mundial de Endurance (WEC). El podio de la clase menor, la LMGTE-AM, presentó una curiosidad inédita en la historia del automovilismo: casi tantas mujeres como hombres en la ceremonia final de entrega de trofeos.
En efecto, como en el WEC se corre en tripletas, al podio final de la clase fueron nueve pilotos: cinco eran hombres (de ellos, dos eran argentinos…) y los (las) cuatro restantes eran mujeres…
Detrás de los ganadores, los pilotos de Corvette Ben Keating, Nicky Catsburg y el argentino Nico Varrone, se ubicaron los pilotos de la Ferrari nº83 del AF Corse: el italiano Alessio Rovera, el empresario argentino Luis Pérez Companc y la francesa Lilou Wadoux, que así conseguía su primer podio en el WEC.
El tercer escalón estaba reservado a una tripulación completamente femenina: la belga Sarah Bovy, la danesa Michelle Gatting y la suiza Rahel Frey, que condujeron un Porsche de la escuadra «Iron Dames» (Damas de Hierro).
Lejos de separar clases según género, como se intentó en la Fórmula 1 con la fallida W Series y ahora con la nueva Fórmula Woman, en el WEC compiten en conjunto: ciertamente siguen siendo mayoría los hombres (106 de 111) pero de las cinco mujeres que tomaron parte de la carrera, cuatro fueron al podio, lo que sugiere que su nivel de competencia es alto.
La Bovy es cosa seria: en las últimas cinco carreras (las tres finales de 2022 y las dos de este año) puso su auto en la primera fila de largada, gracias a una clasificación espectacular.
La francesa Doriane Pin, que corría un Oreca LMP2 de la segunda clase de los prototipos, para el equipo Prema, se perdió el podio por apenas 12 segundos. En equipo con el ruso exF1 Daniil Kvyat y el italiano Mirko Bortolotti quedaron cuartos a un puñadito de segundos del tercer lugar…
Foto: FIA.com