ESTÁ EN RACHA
Llega “dulce” Facundo Ardusso a esta cita del Súper TC 2000. Viene de fines de semanas con particulares festejos. Hace dos semanas en el Gálvez con el triunfo como invitado de Mariano Pernía en la Carreras de las Estrellas del TC 2000.El domingo pasado, con su victoria sobre el Torino ex de Pechito López, en el Duelo de las Estrellas del TC en el Mouras ante Christian Ledesma (Chevrolet) y el Pinchito Castellano (Dodge).
“Oberá es un circuito que me gusta mucho porque es uno de los más completos y pintorescos.” destaca Facu, quien sobre el Renault Fluence irá en busca de un resultado que le permita avanzar del 4º lugar en el campeonato que lo muestra, a sólo 7 puntos del líder Mariano Werner para así potenciar el objetivo en forma de sueño que es ganar el título del Súper TC 2000 “Espero que este semestre me acompañe un poco más la suerte “ pide Ardusso, ya indiscutiblemente instalado en el nivel top del automovilismo nacional.
¿Imaginabas llega a este nivel en un automovilismo tan competitivo como el argentino? le pregunta Visión.
“Desde chico, cuando empecé a correr en karting, soñé con llegar al mejor nivel del automovilismo nacional. Por supuesto que no fue sencillo, como tampoco lo es, mantenerse. .Es como en todos los aspectos de la vida. Fue un camino con muchos sinsabores y sacrificios, pero no me reprocho nada.”
Entre esos sinsabores, estuvo el accidente en TN en el 2008, que casi te cuesta la vida…
“Si, fue algo muy duro. Me acuerdo que largué y en la primera curva veo un tumulto de autos y mucha tierra. Me tiré a pasar porque cuando uno es joven tiene ganas de acelerar bajo cualquier circunstancia. Ahí vino el golpe que me dejó varios días en coma y con serias heridas. Por suerte pude recuperarme. Como enseñanza me quedó saber que uno tiene que levantar cuando no se ve. El no ver sobre un auto de carrera genera mucha angustia.“
Después de semejante piña, ¿pensaste en dejar de correr?
“No, Me dieron el alta el día de mi cumpleaños (24 de junio) y a las pocas semanas, en casa, hablé con mi familia para saber si ellos querían que siguiese corriendo. Me dijeron que me iban a apoyar fuese cual fuese la decisión, y acá estamos…”
Por encima de lo deportivo, ¿también te costó adaptarte al ambiente del automovilismo?
“Y si, porque es un ambiente muy individualista y de mucho egoísmo, donde hay mucha competencia. Me costó adaptarme, porque venía de un ambiente como el fútbol donde se funciona más en equipo y todos tiran para el mismo lado. Me costó porque con esa actitud que traía del fútbol, quería ser amigo de quienes como, Ortelli, Fontana, por ejemplo, habían sido mis ídolos sin darme cuenta que ahora eran mis rivales y me querían ganar… Me costó dejar de ver como ídolos a mis rivales Quería ser amigo de ellos y eso me jugó en contra”
¿Perdiste mucho con esa actitud?
“Me costó el puesto en Toyota y casi me cuesta quedarme fuera del automovilismo en un momento en que estaba creciendo. Cuando no tuve lugar en Toyota apareció Gustavo Aznares y me hizo el contacto con Enrique Cadenas y Ulises Armellini para ir a Peugeot. Me salvó… Compartí el primer año con Juan Cruz Alvarez y el siguiente con Néstor Girolami. Aprendí mucho del Bebu, especialmente por el lado de forjar mi personalidad.”
Y tuviste que cambiar a la fuerza…
“De a poco tuve que cambiar y forjar mi personalidad porque de lo contrario me pasaban por arriba. Así me fui haciendo sólo sin ayuda psicológica, porque no creo en eso. Es más, en el 2010 tuve un psicólogo y fue mi peor año…”
En todo ese proceso de cambio, ¿hubo un momento clave?
“Si, hubo un click y fue la carrera de TC que en el 2014 le gané a Matías Rossi en Río Hondo. Ahí me dí cuenta que podía ganarle a los mejores y ocupar un lugar importante en el automovilismo argentino.”
Lo conseguiste. Facu.
Por Miguel Sebastián
Fotos: Mónica Paz y AIF.
Un «mostro» Facu. Crack de verdad: adentro y afuera de las pistas.
hermosa nota muchachos. los que lo seguimos a facu la agradecemos de corazón.