SU LUGAR EN EL MUNDO.

El clásico Mini supo conquistar los corazones de los fanáticos del automovilismo, durante las pruebas especiales en la Provenza, en los sinuosos caminos y curvas cerradas del Col de Turini, y hasta en el circuito donde corre la Fórmula en las calles de Mónaco. En cada uno de los años 1964, 1965 y 1967, el diminuto británico obtuvo la victoria general en el Rally de Montecarlo. Desde entonces, tan clásico rally ha estado ligado en forma indisoluble a la marca heritage y al nombre John Cooper.

Un motor de cuatro cilindros de 231 cv con la tecnología MINI TwinPower Turbo, un sistema de escape deportivo y un chasis y sistema de frenos deportivos y llantas de aleación ligera John Cooper Works en 17 pulgadas, transforman el MINI John Cooper Works en la glorificación del máximo manejo divertido en el segmento Premium de vehículos compactos. Acelera de 0 a 100 km/h en sólo 6,3 segundos. En el sprint intermedio de 80 a 120 km/h, emplea apenas 5,6 segundos y deja atrás a deportivos de otros segmentos.

El auto se conecta con el Mini clásico conducido por Paddy Hopkirk (1964), Timo Mäkinen (1965) y Rauno Aaltonen (1967), cuando lograron grandes éxitos contra oponentes mucho más grandes y potentes. Esa fue una época en la que vehículos de diferentes clases compitieron entre sí en el Rally de Montecarlo. Se utilizó una fórmula pensada en las desventajas técnicas, y compensar de manera adecuada los puntos para equilibrar las diferencias de peso, desplazamiento y desempeño.

Eso permitió que la agilidad y confiabilidad del Mini clásico, combinadas con las habilidades de sus pilotos de rally, inclinaran la balanza en la batalla contra los coches potentes y musculosos de otros fabricantes.

Hoy en día, cualquiera se encamine hacia Mónaco por las rutas de paso a través de las montañas del sur de Francia, sigue las huellas de las leyendas de los rally del pasado. Incluso conduciendo en condiciones de verano, de día y en el moderno MINI John Cooper Works, equipado con frenos particularmente potentes, sistemas de estabilidad de conducción polifacéticos y aire acondicionado automático, es posible tener una buena impresión de los desafíos que deben superar los binomios año a año (en 2020, debido a la pandemia, no se corrió). Las empinadas rutas que conducen al paso de Col de Turini, las superficies heladas y la oscuridad total proporcionaron un escenario que exigió gran coraje y habilidad a los pilotos.

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Los paisajes espectaculares dominan el panorama en los Alpes Marítimos franceses. Sin embargo, la perspectiva cambia pronto y los caminos en cañones, los paseos ribereños y el Puerto de Mónaco aparecen por primera vez. La ruta corre paralela a la costa azul a lo largo de la Avenida Agerbol y la Route de la Moyenne Corniche. Eso ofrece muchas oportunidades para detenerse y disfrutar de la impresionante vista panorámica sobre el principado junto al mar.

En el sur de Mónaco, el MINI John Cooper Works pasa por el Roseraie Princesse Grace. En el muelle de yates y en busca de una plaza de aparcamiento frente al casino de Montecarlo, el MINI John Cooper Works se desplaza con una seguridad similar al Mini clásico de épocas pasadas, en la auténtica ruta de rally al ladode autos de super lujo y los impresionanes superdeportivos de Alemania, Italia y Reino Unido, que dominan las calles de Mónaco. El MINI muestra una sofisticada imagen con su kit aerodinámico John Cooper Works de serie, y el sorprendente alerón trasero, resaltando la certeza de generar el máximo manejo divertido.

En ningún otro lugar con más intensidad que en Montecarlo, el MINI John Cooper Works demuestra que la auténtica sensación de carreras también se puede experimentar en el tránsito cotidiano de la ciudad. Conduciendo por la ciudad, se puede ver el rastro de estatuas de bronce que representan los famosos autos de carreras y sus pilotos. El MINI John Cooper Works está realmente en su elemento, una vez que llega a la curva cerrada que ha causado problemas a los mismos pilotos de F-1 durante décadas.

Poco después, se dispara a través del túnel debajo del hotel Fairmont a pura potencia, dobla la curva de la Piscina y luego la igualmente famosa esquina de Rascasse frente al restaurante del mismo nombre. El diminuto atleta de élite equipado con una cabina diseñada específicamente para el modelo y los asientos deportivos John Cooper Works, transforman la conducción en una experiencia única, una unión perfecta entre la tradición del deporte motor y la diversión de la conducción moderna, manteniendo el límite de velocidad, desde ya.

 

Fotos: Prensa BMW Group Argentina.

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