ORLY ES DAKAR

Por eso en cada enero la imagen de empresario que prevalece durante casi todo el año, deja paso a la del piloto que es la referencia argentina en el grupo de punta donde conviven Peterhansel, Loeb, Al Attiyah, Roma, Sainz, es decir las estrellas  del Dakar.

Orly explica a Visión cómo durante un buen rato, pudo seguir el ritmo del Peugeot de Cyril Despres.

 

Este 2018 no fue la excepción, aunque la permanente esperanza de subir al podio y la ilusión de festejar la victoria se haya derrumbado (marchaba 23º), antes de la mitad de la competencia por distintos inconvenientes. Como pequeños consuelos le quedan buenos trabajos como los de la 10ª y 11ª etapa que lo vieron llegar entre los diez primeros y fundamentalmente el de la 12ª jornada que al arribar a la calurosa San Juan lo vio arribar en el cuarto puesto.

“No es un buen Dakar para mí, aunque no me quejo del recorrido. Es muy bueno, y un verdadero recorrido Dakar. Tengo un buen auto y el apoyo del equipo, pero a partir del vuelco que tuvimos en la cuarta etapa y donde perdimos tres horas, la mayoría de los días tuvimos algún problema que nos impidió reflejarlo con un buen resultado. No completamos etapas limpias, e incluso al tramo neutralizado a Salta llegué perdiendo aceite. También sufrí alguno problemas físicos al llegar Bolivia”, le cuenta  a Visión en la distendida charla en la carpa de su equipo.

Y por un momento estuviste afuera de la carrera…

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—Si, después del  primer tramo de velocidad en la etapa que terminó en La Paz, empecé a sentirme mal por la altura. Tuve mareos, me descompensé, empecé a tiritar. No podía ni ponerme el casco. Por eso en un primer momento al terminar la etapa pensé en abandonar, pero en el día de descanso pude recuperarme y después tuve el  alta médica para correr. Consulté  a las autoridades para ver si podía seguir y me dijeron que sí. A Spataro que también se había retrasado por un problema en su auto, también lo autorizaron pero él no quiso seguir en carrera…

¿Y vos por qué quisiste continuar, si ya habías perdido chances de estar adelante?

—Seguí  porque quería continuar probando el auto, y además porque me lo pidió el equipo, para que ayudara a los otros pilotos que iban más adelante. Así en la etapa que terminó en Uyuni, lo saqué a Silva que se había quedado encajado cuando rompió una rótula. Le devolví el favor que él me hizo unos años atrás en el Desafío Ruta 40, ahora quedamos a mano con el Pato, je…

El Mini de Orly "al desnudo" en el campamento. "Es un auto joven con mucho potencial para el futuro," estima el mendocino.

Los Peugeot, ¿siguen siendo los autos a batir en el Dakar?

—“Y sí, aunque el cambio en el reglamento achicó las diferencias. Anduve detrás de Cyril Depsres y pude seguirlo, pero andando al límite mientras que él iba holgado. Igual nuestro Mini es un auto joven que es mejor que la primera versión de los Peugeot, aunque la actual versión de los 3008 no tiene nada que ver con al original….

A esos  Peugeot los va a comprar  Nasser Al  Attiyah…

—¡Qué va a comprar! Es mentira lo que dice y dicen. Además Nasser no es ni príncipe, ni rico…

"Al Pato Silva le devolví el favor que me hizo en un Desafío Ruta 40" le contó Orly a Visión con las imágenes de su celular.

 

¿Cómo?

—Sí, él creó toda esa imagen a su alrededor que se instaló porque nadie le dice nada, pero la verdad es que no es ni príncipe ni rico. Es un talentoso  piloto y deportista que tiene el apoyo de Qatar, que anualmente le da unos 3 millones de euros para que represente al país en todas sus competencias. El que realmente es rico es el árabe Yazeed  Al Rajhi, uno de mis compañeros en el equipo Mini. Ese tiene plata y mucha. Hace tiempo me invitó junto con mi mujer a su país, y pude recorrer algunas de sus propiedades. Entre tantas cosas tiene una cadena de hoteles, plantaciones de dátiles y aceite, campos y el principal banco islámico que el año pasado tuvo una ganancia de 2.500 millones de euros…

Volviendo a  los “normales”, ¿cómo viene tu 2018?

—Deportivamente la idea es hacer el programa de siempre con las pruebas iniciales en julio, y luego la Baja España, Qatar y Marruecos. El equipo quiere correr la Pekin-Moscú, pero personalmente no estoy muy convencido. También voy a estar ocupado con la organización de la fecha de Moto GP en nuestro país que es en abril, y con los trabajos en el circuito de Villicum, en San Juan, para poder recibir al Mundial de Superbike en octubre. Y antes de todo esto, en marzo, voy a ser padre…

Orly Terranova es Dakar. Y mucho más.

 

Por Miguel Sebastián

Fotos: Mónica Paz

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4 COMENTARIOS

  1. Querido, dedicate a correr y deja el puterio para los programas de chimentos automovilísticos (Ultima vuelta, por ejemplo); que fulano es príncipe, que otro es CEO… dejate de joder!!!

  2. Orly
    Creo que debes de llorar menos y ser mas profesional. Nadie en Argentina husmea lo que haces o dejas de hacer. Si nos fijamos de comentarios lo que hay en tu persona, no son muy bueno. Saludos…

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