TAN CERCA  Y TAN LEJOS.

Así eran las diferentes posiciones de Agustín Canapino y Matías Rossi frente a la definición del quinto título de Súper TC 2000, en el Oscar Cabalén cordobés, la casa del Súper TC 2000. Al Titán le faltaba medio punto, casi nada, para su primer festejo en la categoría. Obviamente era el gran candidato El Misil debía apuntarle a todo, porque necesitaba todos los puntos en juego (34 por el triunfo en la carrera y 1 de la pole), y que su rival no sumara nada, para celebrar  su quinto campeonato. Se parecía a un milagro.

La carrera de Rosario marcó el duelo más cerrado que tuvieron Rossi y Canapino por la victoria. Prevaleció el piloto de Toyota.

 

Por todo esto y como nunca antes, el campeonato de la categoría se podía definir en la sesión clasificatoria del sábado. Allí Rossi tendría la presión de conquistar la pole para prolongar su sueño hasta el día siguiente. Si lo conseguía, Agustín seguñia siendo el gran candidato pero con alguna inquietud, porque ante un eventual triunfo de Matías en la carrera (se corría directo una final sin series previas) debía llegar entre los 15 primeros. Un objetivo accesible para la capacidad conductiva de Agustín, y el habitual rendimiento de su Chevrolet Cruze pero que podía derrumbarse en los imponderables de toda carrera. Una victoria de Rossi sin que Canapino sumara puntos, le daría forma al milagro de la consagración de Matías. Vale el dato de saber que este año Canapino hizo las poles en Oberá y Santa Fé mientras que Rossi sólo dominó la clasificación en General Roca. Una sola pero valiosa porque ese punto  le permitió llegar a esta mínima chance, pero chance al fin a la definición.

“No pienso en la posibilidad de ser campeón sino en lograr el primer objetivo que es hacer la pole”, destacó Rossi. “Voy salir a buscar la pole pero sin hacer locuras que compliquen el rendimiento del auto…”, había repetido Canapino quien enfrentaba la chance más concreta de las tres que tiene esta temporada, para coronarse en las categorías que corre y que en las semanas siguientes continuará en el TC y el Top Race. “Pese a que tengo diferentes chances en cada categoría, trato de obra con frialdad en todas para así lograr el mejor resultado”, señaló el Titán.

Distanciados por su gran rivalidad, Canapino y Rossi vivían una nueva instancia de su duelo con la definición del título de Súper TC 2000..

 

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¿Y cómo podían actuar el resto de los pilotos en una clasificación, donde también sus participaciones quiza se convertirían en claves en la definición?. Es una buena pregunta porque  una pole de alguien que no fuera ni Rossi ni Canapino automáticamente, le daba el campeonato al de Arrecifes. Tal vez no haya que contar en ese grupo a los otros pilotos de Chevrolet y Toyota que seguramente dejarán ese terreno para que lo transiten Canapino y Rossi Ni siquiera da para imaginarse otra “travesura” de Esteban Guerrieri, como en El Zonda, en su despedida de los autos rojos y ante el inminente desembarco en Citroen. ¿Y los otros? “Vamos salir a buscar la pole” , adelantaban todos los de punta. Podía ser. Como también podía ser que afloraran rivalidades personales, que varios de ellos mantienen con los candidatos y donde Canapino no es el mejor mirado. ¿Y por qué no, pensar también en alguna sugerencia oficlal, para que la incertidumbre de la definición se prolongue hasta el domingo?  Todo era posible en el sábado del Cabalén que no fue uno más.

 

Por M.S

Fotos. Prensa Súper TC 2000.

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