UN SÁBADO DISTINTO
Ese fue el que vivió José María López sobre el Citroen Elysée del Campeonato Mundial de Turismo.
Como tantos sábados, el cordobés se subió al auto de carrera, con antiflama y el profesionalismo de siempre pero como pocos sin el vértigo y la responsabilidad de la competencia reemplazada en este caso por la distensión y la tranquilidad de disfrutar la marcha de su auto de carrera a ritmo de un paseo y encima rodeado del entusiasmo de la gente que como pocas veces pudo verlo de cerca.
“Me divertí viendo la cara de felicidad de la gente cuando un auto de carrera le pasaba cerca” contó Pechito al llegar al Obelisco, un sitio emblemático de Buenos Aires y una de las principales escalas realizadas por la caravana que además de la obvia presencia del rojo Citroen el bicampeón mundial de Turismo, comprendió autos particulares, motos. y un colorido bus descubierto que transportó a los periodistas, invitados, amigos de Pechito y el grupo de apoyo logistico de Citroen.
El Museo de Arte Decorativo fue el punto de inicial de esa caravana que inicialmente transitó sitios tradicionales de la Recoleta como la Avenida del Libertador, la sede del Automóvil Club Argentino y el Monumento a los Españoles para luego rumbear al centro, pasando por la Embajada de Francia antes de llegar al Obelisco.
Pechito disfrutó todos los momentos del paseo. Y no sólo al volante sino cuando se bajó y tomó contacto con la gente. Allí firmó centenares de autógrafos, se prestó sin problemas para las fotos y las populares selfies, charló con hombres, mujeres y chicos y también concedió varios reportajes a los medios periodísticos que lo acompañaron en este particular recorrido.
Un momento emotivo se vivió cuando Pechito compartió varios minutos con los chicos de la Fundación Bacigaluppo, dedicada a fomentar por intermedio del deporte la actividad de personas con discapacidad intelectual. Los chicos le entregaron una Medalla de Oro, distinguiéndolo con el titulo de «Campeón del Corazón» y como agradecimiento, el cordobés les donó uno de sus buzos antiflama.
“Fue una experiencia única…” reconoció Pechito a poco de arribar a la Plaza de Mayo, otro de los clásicos sitios de la ciudad de Buenos Aires, que en este caso sirvió como punto final de la caravana. Por eso, además de continuar con el ritual de los autógrafos y fotos, Pechito reunió a su equipo para un retrato con el fondo de la Casa Rosada. “Pechito presidente” gritó un fanático.
El próximo sábado no será tan tranquilo y distendido para Pechito. En el Autódromo de Río Hondo deberá clasificar para la fecha argentina en el Mundial de Turismo. Una fecha que puede proyectarlo definitivamente al tercer título mundial consecutivo en la categoría. “Ya tengo ganas que arranque la actividad en Río Hondo” dijo un Pechito ansioso de disfrutar ese sábado de velocidad en Río Hondo tanto como disfrutó este sábado de paseo por Buenos Aires
Por el equipo de VA
Fotos: Mónica Paz
Grande, Pechito, te mereces todo esto, lastima que el año que viene vas a correr en un subte, estas para otras cosas, meterle fichas a Le Mans, ahí sí que te van a tener cuidado. Un abrazo enorme