UNA CARRERA TREMENDA EN LE MANS, NADA AMIGABLE PARA LOS DEL TOYOTA N°7.

Empezaron y habían continuado ajetreadas las 24 Horas de Le Mans, y al menos hasta las primeras 100 vueltas de la histórica edición centenaria, fue un carrerón. Roces, toques, choques, despistes, sobrepasos y…, la lluvia tipo aguacero que convirtió esos pasajes en un caos con autos bailando sobre la pista con mucha agua.

El carrerón del que visionauto te cuenta, con un sabor amargo para los argentinos ante el abandono en plena noche profunda de madrugada dominguera en Europa próxima al verano, del Toyota GR010 Hybrid de la Clase Hypercar.

El Toyota número 7 compartido por el japonés Kamui Kobayashi, José María López y Mike Conway, en momentos que manejaba Kamui, cumplido el tercio inicial al recorrido, se negó a seguir y obligó al abandono.

 

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El auto se detuvo en la pista en plena oscuridad, luego que Kobayashi intentara llevarlo a boxes para repararlo luego del incidente iniciado por un auto de la Clase LMGTE Am, cruzado en la pista. El japonés pasó por el pasto del lado derecho, pero en la desaceleración además por encontrarse ante un sector «amarillo» (área lenta) donde no estaban permitido sobrepasos, fue embestido al frenar por otro coche que venía atrás y le produjo daños, las dos cubiertas traseras pinchadas y el eje izquierdo de la transmisión roto; la carrera fue neutralizada. Trató de seguir lento hacia los boxes, sin embargo fue imposible, el equipo lo aguardaba presto para las reparaciones,

Kobayashi había tomado la conducción del Toyota, luego que  lo condujera con firmeza Pechito López durante 38 vueltas completadas que le demandaron 2h57m49s, luego que Conway fuera el encargado de manejarlo en  las primerasa tres horas, donde pasó de todo.

El cordobés estuvo al volante durante uno de los pasajes más difíciles y complicados de las 24 Horas, «fue uno de los stints (lapsos de manejos) más difíciles que me ha tocado. Mucha lluvia por momentos, muchos incidentes, banderas amarillas. La verdad, había que sobrevivir, algo muy complejo», apuntó el cordobés luego de redondear sólido trabajo durante su stint (lapso de manejo), en especial el sábado cuando debió manejar con neumáticos slicks bajo la lluvia, situación que el argentino enfrentó en gran manera. «Llamamos tarde a boxes. Tuve que hacer casi media vuelta con gomas slicks en la lluvia. Gracias a eso pudimos avanzar en el clasificador pero los riesgos fueron muchísimos. Fue un poco loco todo. Quedé con las gomas slicks en la lluvia y esa vuelta me tocó sobrevivir, pero me hizo ganar mucho tiempo. Fue muy difícil porque había mucha agua. En la curva 22 prácticamente había un lago, cuando llegué el auto siguió derecho. Pero pude pelearlo y recuperar mucho terreno perdido en ese momento», expresó.

Kobayashi se encontraba segundo luego del despiste de Alessandro Pier Guidi cuando punteaba con la Ferrari n° 51, y enseguida quedó involucrado en el accidente al llegar a una de las slow zone (zona lenta) del Circuito de La Sarthe.

Debido a la oscuridad en la noche de Le Mans, las cámaras no 2llegaron a captar con claridad lo sucedido, Pechito lo comentó a  FOX Sports México.

«Es una pena, es una pena. Ya estábamos ahí segundos aprovechando la ida afuera de Ferrari. La ilusión estaba más intacta que nunca», dijo el cordobés y detalló, «Era una de las slow zones venía un auto despacio, Kamui se mueve para no pasarlo porque podía ser penalizado, aunque es un poco un punto ciego que tienen esas zonas, y no se ve mucho, no hay muchas imágenes».

«Se ve que le pegó un LMP2 –siguió diciendo López– y desde atrás y otro auto más cuando él frenó. Se comen la slow zone y fue demasiado el daño en el auto para poder volver a boxes. Ahí se terminó la carrera para nosotros».

Si bien apenas un rato luego del abandono, Pechito miró al futuro, y consideró que el abandono «fue el final de la esperanza de ganar el mundial del WEC».

«Para nosotros ya está. Vamos a perder muchos, muchos puntos acá. Es muy difícil. Hay que pensar en lo que viene, tratar de mirar para adelante, de seguir mejorando a ver si podemos ganar alguna carrera y ojalá para el equipo, que el auto 8 también venía un poco con problemas, pueda estar en la pelea para llevarnos algo con el equipo», sostuvo el de Córdoba mientras en el box los japoneses mecánicos del equipo se estrechaban en abrazos con los de otros países, cabizbajos por el duro revés

La Ferrari 499P #51 a esa altura, mantenía una cómoda ventaja de 47s perdió el control en la primera chicana de la recta de Mulsanne y el Peugeot 9X8 n° 94 de Nico Muller había tomado la delantera frente a la Ferrari n°50 de Nicklas Nielsen. Faltaba mucho, igual la carrera había hecho  honor a los festejos por los 100 años.

Por Carlos Saavedra (enviado especial de Visionauto a Le Mans, Francia).

Foto portada: gentileza SoyMotor.com

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