PISTA SOLITARIA.
El antepenúltimo día de marzo, era el domingo que el TC tenía agendado para cumplir con su tercera fecha, e invadir con el ruido de sus motores y el color de su gente el Autódromo de Concordia. Claro que hasta que la categoría se marchó de Neuquén, hace tres semanas, pocos tenían en cuenta que la amenaza de coronavirus se extendería de tal forma que obligaría a esta cuarentena, y lo que es peor a la incertidumbre mundial sobre el futuro.
Así un domingo que pintaba para el ruido del TC a pleno, ha mostrado a un Autódromo de Concordia solitario y en silencio. Como antes lo estuvo imponente Zonda sanjuanino, donde el Súper TC2000 tenía prevista a iniciar su temporada. Paradoja para lugares como los autódromos, que son los templos del ruido y la velocidad, pero concordante con esta inédita realidad mundial que, en el plano del automovilismo no conoce excepciones. Si hasta carreras tradicionales tal te hemos contado, como las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis, debieron postergar sus fechas originales. Y qué decir de Mónaco, luego de 65 años tuvo que cancelar su glamouroso Gran Premio de Fórmula 1.
¿Cuándo se quebrar el silencio de motores?. Es la pregunta que obsesiona a los millones de seguidores del automovilismo en todo el mundo. En el caso del TC, que dejó en silencio a Concordia, también se mantiene esa incógnita. Es casi un hecho que el anhelado reinicio, no será el 26 de abril, esa fecha tentativa que largó al ACTC. Como pronóstico optimista puede hablarse de mediados de año, aunque es simplemente una percepción adosada de una buena dósis de esperanza.
No queda otra que esperar, ver cómo evoluciona el coronavirus y mientras tanto, como en el frustrado fin de semana del TC en Concordia, contemplar con resignación, nostalgia y bronca, como los templos de la velocidad y el ruido se ven invadidos por el silencio.
Fotos: Prensa ACTC.