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YA SE SABE: LA MARCA DE STUTTGART DEJA EL MUNDIAL DE RESISTENCIA

A nadie tomó de sorpresa pero sigue siendo un golpazo. Porsche ya no competirá en el WEC durante 2026, y las próximas 8 Horas de Bahrein, cierre definitivo del torneo actual, será la última presentación del equipo, el Penske Motorsport que lleva la representación oficial de la marca.

Son muchas las razones por las cuales Porsche se marcha, y de todos los rubros: industriales, económicas y deportivas. La caída de ventas mundiales (de 300 a 250 mil vehículos), las tarifas impuestas por el gobierno estadounidense, la nueva indiferencia del mercado chino, una caída abrupta del valor de las acciones, son razones que se acumularon fuera de la pista.

Dentro de ella, el rechazo al Balance de Perfomance (BoP) y el desagrado por la existencia de dos plataformas (LMH y LMDh) en la clase mayor del WEC son los dos motivos deportivos fundamentales de la salida del torneo; Porsche seguirá compitiendo en IMSA, el torneo estadounidense (cuya edición 2025 cierra este fin de semana con la tradicional Petit Le Mans, en Road Atlanta), porque allí los coches son básicamente plataforma LMDh y el BoP es mucho más conservador.

Porsche resintió la derrota en Le Mans, en la que habría sido su 20a victoria en el clásico de La Sarthe, después de haber hecho lo que ellos consideraron «una carrera perfecta», lo que de hecho fue. Se consideran derrotados no por Ferrari sino por la reglamentación que al coche italiano (plataforma LMH) le permite anclar su sistema híbrido al tren delantero, transformándolo de a ratos en un 4×4 tracción integral, lo que les está vedado a los LMDh.

«Porsche no descarta la posibilidad de regresar en el futuro», señaló el director de competición de la marca, Thomas Laudenbach. Porsche es a las carreras sport lo que Ferrari a la F-1, así que es imposible que pueda permanecer alejado mucho tiempo.

En cambio, es posible pronosticar que, en ese momento y cuando sea que ocurra, no será recibido con sonrisas.

Es la segunda vez en menos de diez años que Porsche deja el WEC de la Era Moderna (2012-2025). La primera ocurrió en 2017, tras el famoso Dieselgate que agobió al Grupo Volkswagen. Esa fue una salida más intempestiva que esta, y mucho más dañina para la salud del campeonato.

Aquello dejó a Toyota en total soledad. La casa japonesa compitió de 2018 a 2022 prácticamente sin rivales; solo equipos privados se opusieron al poder de Toyota en esos años, lo que derivó en pálidos torneos. Los organizadores del WEC no olvidan ese tránsito por el desierto, agravado por el terremoto que supuso el COVID-19, y tampoco olvidarán este segundo desaire.

La deserción de Porsche no deja rengo al WEC, a diferencia de lo que ocurrió ocho años atrás. La clase mayor tuvo este año ocho equipos oficiales y la salida de Porsche será cubierta por el ingreso de Genesis, la marca de lujo de Hyundai.

Pero Porsche puede leer en la saga de Peugeot lo que puede ocurrirle si decide regresar a la categoría. Los franceses abandonaron el WEC dos meses antes de que arrancara la Era Moderna, en enero de 2012. Se necesitaban dos equipos oficiales para sostener el torneo, y la decisión de Peugeot dejó en soledad a Audi. El certamen se moría antes de empezar.

Se salvó porque Toyota, que pensaba sumarse recién en 2013, aceleró la máquina por pedido de la FIA, y debutó en la tercera carrera de 2012, con un auto que no estaba suficientemente probado. Los japoneses se avinieron a correr en inferioridad con tal de salvar el campeonato. El tiempo les pagaría el favor con creces.

Desde que regresó, Peugeot masticó amarguras. Coches poco competitivos y, también, pocos favores por parte de los organizadores: un BoP generalmente nada favorable y escasas facilidades para mejorar las prestaciones. Recién en las últimas dos carreras, Austin y Fuji, los 9X8 alcanzaron resultados óptimos, al cabo de tres años de ejercicio.

Porsche abandonó el WEC sin conseguir su victoria 20 en Le Mans. ¿Puede competir allí el año que viene sin tomar parte del torneo? Podría conseguir una invitación si gana el torneo IMSA este fin de semana y, a la vez, haya un equipo Porsche -aunque sea privado- compitiendo en el WEC.

Ese debiera ser el equipo privado Proton Competition, para el que actualmente corre el argentino Nico Varrone. El equipo alemán debiera presentar dos 963 a lo largo de las ocho carreras del 2026 para que el Penske Motorsport pueda llevar sus coches a Le Mans con la idea de ganar la única gran competencia que todavía no ha conseguido en los 60 años que el equipo lleva corriendo. 

Para que ello ocurra, Porsche tendría que financiar de alguna manera la participación de Proton en 2026, lo que no puede darse por seguro. Y los alemanes tienen conciencia del recelo francés -una cuestión histórica- que puede ponerle piedras al retorno y darle un futuro agrio si se concreta.

Por lo pronto, los despiden con sarcasmo:

9-10-2025

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Blue Def
Fate

4 COMENTARIOS

  1. Muy buen racconto historico de las idas y vueltas de Porsche,el equivalente de Ferrari en F1 del mundial de Resistencia.
    Que hermosa especialidad,y como la han arruinado con el BOP.Una lastima que el motorsport no deje de pegarse tiros en los pies…
    Y si faltaba algo,ahora el WRC pierde a su joven estrella Rovanpera quien decidio abrirse camino hacia los monopostos en la SuperFormula Japon.En fin….

    • Permitime el disenso. Cuatro ganadores distintos en las últimas cuatro carreras; la última, en Fuji, fue fantástica. Porsche pudo haber elegido invertir más en su momento, haciendo un LMH, pero eligió una vìa más económica, quiso un atajo y le salió mal. Hicieron un berrinche, quieren tener la misma performance que Ferrari cuando no se involucraron tanto en el proyecto, y no tomaron en cuenta que los organizadores son franceses… Aunque el BoP no sea ideal, no creo que haya arruinado la categoría. Lo digo con cierto conocimiento de causa, como que no me he perdido ni una de las últimas 74 competencias (y van 100). En este momento, la salida de Porsche no la afecta como ocurrió en 2017. Con todo respeto por Porsche, me parece que en este caso sobreestimaron su importancia.

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