UN LUGAR ATRACTIVO Y CONVOCANTE

Siempre tuvo una atracción diferente Rafaela para el automovilismo nacional. Por sus elevados promedios que le hicieron ganar el mote de Templo de la Velocidad. Por su rica historia que incluye las clásicas y añoradas 500 Millas, por ese otro hito histórico que fueron las 300 Millas del actual IndyCar que a fines de febrero de 1971 entregaron promedios superiores a los de Indianápolis, por aquellas batallas que en distintas categorías nacionales libraron campeones del nivel de los hermanos Juan y Oscar Gálvez, Luis Di Palma, Carlos Pairetti, Eduardo Copello, Jorge Cupeiro, Héctor Gradassi, Angel  Monguzzi, Jorge Ternengo,  Juan María Traverso, Jorge Omar del Río, Néstor García Veiga, entre otros.

La instalación de chicanas le quitaron a Rafaela el privilegio de ser el circuito más veloz.

 

El tiempo pasó y las cosas cambiaron. Las 500 Millas se convirtieron en un lejano recuerdo (¿no se podrán reflotar con una carrera especial del TC?) y una nueva visita del IndyCar pasó ser a una utopía. Encima el óvalo, o mejor dicho las dos rectas unidas por amplios curvones, fue lacerado con la incorporación chicanas, en nombre de atenuar ese riesgo mayor que era uno de los ADN de Rafaela. A esto se sumó el creciente protagonismo que tomó el fútbol con el ascenso de Atlético Rafaela. Algo que cambió el foco deportivo con el que se miraba a la ciudad santafesina. Pareció que Rafaela dejaba de ser sinónimo de automovilismo, incluso porque crecieron como referentes de la provincia el callejero de Santa Fé y hasta el  Autódromo de Rosario. Dos propuestas validas pero distintas.

Por suerte Rafaela parece haber recuperado su lugar. La gran concurrencia del 2015 ante la presencia del TC insinuó una recuperación que confirmó la multitud que se vio el pasado fin de semana y que ya se intuyó el viernes con esa gran cantidad de gente no habitual en el primer día de actividad. El fenómeno popular no debe limitarse a la precisión en las cifras de la concurrencia y discutir si fueron 40.000 personas o más. Lo indiscutible e importante es que hubo una multitud en una situación que potencia su valor porque en un fin de semana superdeportivo la propuesta de ir al autódromo competía con la  comodidad de quedarse en casa y seguir por televisión a Del Potro, el seleccionado de básquet,  las Leonas, los chicos del voley en sus intentos por ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Pavada de oferta.

El fanatismo de los hinchas llega a niveles riesgosos en Rafaela.

 

Esa concurrencia multitudinaria de demostró que, por encima de la promoción previa que incluso llego por medios no tradicionales, el hincha y apasionado por el automovilismo responde cuando la propuesta es interesante. Y en Rafaela siempre la propuesta es interesante. Porque es única y distinta. Por su historia y por su circuito que a pesar de haber dejado de ser el más veloz en Argentina, sigue provocando esa adrenalina especial en todos. La adrenalina del riesgo latente, emparentada con la esencia de las carreras de autos y que fue sobre la que el automovilismo construyó gran parte de su atracción. Una adrenalina que  en Rafaela exacerba emociones y pasiones de los fanáticos hasta el límite de lo riesgoso como esos imprudentes que se treparon en los alambrados de la recta principal por donde a casi 300 Km/h circulaban los autos.

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Valió mucho esa multitud que acompañó al TC en Rafaela pero no debe tomarse como objetivo final sino como un paso  más para devolver al automovilismo a ese segundo lugar entre los deportes del país que tal vez mantiene en una medición federal pero que no se refleja en su difusión. También esa gran respuesta de la gente debe servirle a los directivos del Atlético Rafaela para continuar e intensificar el imprescindible trabajo para mejorar la pista e infraestructura del autódromo. Algo que necesita del lógico respaldo económico. El gobernador santafesino Miguel Lifschitz estuvo presente el domingo y comprobó lo que es Rafaela para el automovilismo. Algo único.

Por Miguel Sebastián

Fotos: AIF, Prensa ACTChistoriaformula.com

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5 COMENTARIOS

  1. Segun lei no me acuerdo en que medio esta en planes de colocar los muros de contencion que usa la nascar para que en el 2017 el TC pueda volver a correr en el ovalo entero.

  2. Me pone muy contento q se recupere al público. No sólo en Rafaela sino en todo el automovilismo en general.
    Por favor hagan esa chicana 1 más rápida porque realmt pieefde mucho atractivo el circuito. He ido y era maravilloso ver cómo los autos saltaban en los pianos de esa chicana.

  3. Seria importante que se acuerden del publico, ese del que muchos se llenan la boca alabándolo, pero en esta ocasión se les olvido colocar baños químicos en la recta principal, un solo baño (pequeño) permanente para los miles de aficionados que desde el viernes poblaron ese sector del autódromo, se podría excusar a la gente del Atletico Rafaela porque a pesar de la gran convocatoria es poco lo que les queda porque la ACTC se lleva la mayor parte de la recaudación

  4. Estoy de acuerdo en un todo con ustedes muchachos. Y en la parte de la nota que dice devolver al automovilismo al segundo lugar entre los deportes del país. Yo creo que está en el número uno del país, ya que, la clase de gente que lleva el automovilismo es mucho mejor que la del fútbol: en un mismo lugar conviven hinchas de todas las marcas y nadie es golpeado o asesinado por llevar una bandera de ford, chevrolet, Dodge, o Torino. Otro ejemplo es la carrera de tc del 22 de mayo de 2004 en Río cuarto. Se acuerdan? Yo estuve en esa carrera, fue cuando llovió 200 milímetros y hubo 30000 personas mojadas durante 2 días para ver correr a los autos. Que hinchada de fútbol de queda 2 días mirándose para ver un partido de fútbol??????

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