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La Fórmula 1 ha cambiado recientemente sus reglas para los combustibles, introduciendo la exigencia de un corte del 10% de biocombustibles para las naftas de todas las escuderías. En ese sentido y a partir de este año, Shell V-Power, que impulsa los motores de Ferrari en la categoría de automovilismo más importante del planeta, contiene etanol de segunda generación producido por Raízen en Brasil, licenciataria de la marca Shell en Argentina, Brasil y Paraguay.
El nuevo blend debutó en el Gran Premio de Bahréin por la primera fecha del campeonato, donde obtuvo el primer y segundo lugar a cargo de Charles Leclerc y Carlos Sainz respectivamente, ambos de la escudería Ferrari, quienes en la segunda carrera firmaron un 2-3 para la casa de Maranello.
Raízen comenzó a formar parte de la alianza estratégica histórica que tienen Shell y Ferrari al firmar un convenio para proveer etanol de segunda generación para los motores de la escudería italiana.
“La transición hacia el uso de energías más limpias y sustentables atraviesa fuertemente el negocio de combustibles en el mundo. Y la categoría líder del automovilismo cambió sus reglas para contribuir con la reducción de emisiones a nivel global. Es un orgullo para Raízen formar parte de este propósito y llevar nuestro etanol de segunda generación a la F1, potenciando aún más la alianza estratégica e histórica de Shell y Ferrari. No podíamos imaginar mejor debut”, declaró Carolina Wood, directora de Marketing de Raízen Argentina.
El etanol de segunda generación o E2G que utiliza Ferrari, es un biocombustible con las mismas propiedades químicas que el etanol convencional. La gran diferencia entre ellos es la materia prima que se usa en la producción: el etanol convencional se produce a partir de los azúcares de la molienda de la caña de azúcar, mientras que el etanol de segunda generación se produce a partir de los azúcares del bagazo de la caña de azúcar.
Se trata de un producto que genera menores emisiones de gases de efecto invernadero y que es elaborado a partir de una verdadera economía circular, ya que reutiliza los residuos de otro proceso, y brinda la posibilidad de producir hasta un 50% más de etanol con la misma área plantada.