UN JUSTO HOMENAJE.
La cancelación del Gran Premio de Japón cambió los planes de la gente de Honda para su despedida oficial de la Fórmula 1, a concretarse a fin de temporada. “Teníamos pensado un gran fiesta para nuestros fanáticos”, lamentó Koji Watanabe director de operaciones de la marca. Sin embargo encontró una vuelta para realizar el homenaje que no cambió de fecha, pero si, de lugar ya que se da en el Gran Premio de Turquía, substituto de la competencia nipona.
“Deberiamos estar en Japón y sabemos que ese color especial no puede sustituir lo que hubiese sido un fin de semana emocionante. Sin embargo, esperamos que los fans de Honda alrededor del mundo, especialmente los de Japón, acepten esta pintura. Es un pequeño gesto por el continuo apoyo a lo largo de todos los años», señaló Watanabe en los boxes del circuito de Estambul, junto a los Red Bull de Max Verstappen y Sergio Pérez, que no parecerían externamente los habituales por el predominante color blanco por sobre el azul y rojo.
En ese cambio de color estuvo el homenaje, ya que el blanco recordó el que predominó en los primeros autos de la marca en la Fórmula 1 y especialmente el Honda RA272. Auto que el 24 de octubre de 1965 en el Gran Premio de México y con la conducción del estadounidense Richard Ginther, logró el primero de los tres triunfos (Italia 1967 y Hungría 2008 son los restantes), obtenidos como marca integral de Honda en 88 Grandes Premios con intermitencias entre 1964 y 2008.
Muchos más han sido los éxitos de Honda como motorista. Suman hasta ahora 86, buena parte como producto de las recordadas épocas de Ayrton Senna, Alain Prost y Gerhard Berger en McLaren que totalizaron 44 y de Nigel Mansell y Nelsón Piquet en Williams que festejaron 23 veces.
Actualmente la alianza con Red Bull y su subsidiario Alpha Tauri, acredita 14 éxitos. Una docena corresponde Max Vertappen quien en la 16ta fecha del campeonato buscacba rubricar el homenaje con un nuevo triunfo. Por lo visto en los entrenamientos iniciales, donde el holandés se ubicó quinto y Lewis Hamilton fue un contundente dominador, la misión no era sencilla. Era cuestión de ver como Max podría aprovechar que el campeón y rival en la lucha por el título, perdía 10 lugares respecto al puesto que clasificara por haber cambiado una unidad de potencia de combustión en el motor de su Mercedes.
