DE TODO UN POCO.
Tan especial fue esta tercera fecha del Top Race en Nueve de Julio que los triunfos se repartieron entre quienes no estaban en muchos papeles, especialmente en el caso de la primera carrera. Tan especial resultó, que en la segunda, hubo un factor más determinante que la gran actuación de un piloto o el excelente funcionamiento del auto. Increíblemente fue el funcionamiento del semáforo.
Vayamos por parte y empecemos por explicar por qué una carrera inicial que parecía en el bolsillo del poleman Marcelo Ciarrocchi con Gastón Rossi, Josito Di Palma y Facundo Aldrighetti como cercanos escoltas terminó en poder de Oscar Sánchez, lejano quinto a metros de ingresar en la última vueltas y participante de la subcategoría Master. Sin choques, ni abandonos, la explicación está en el agónico ingreso a boxes de dicho cuarteto de punta, con Ciarrocchi a la cabeza, para la obligatoria carga de combustible. Una situación que formó parte de la estrategia de resignar la victoria en la primera carrera para potenciarla en la segunda y que algunos pilotos eligieron ante las exigencias de esta fecha especial.
Suena absurdo resignar una victoria segura como la que tenia Ciarrocchi, por una que es probable pero que tiene la incertidumbre de todo un desarrollo por venir con las diversas circunstancias que intervienen en una carrera. Una estrategia realista para encarar con éxito estos diversos y variados experimentos que se hacen en el actual automovilismo para darle más interés a las carreras. Llegan al absurdo y llevan al riesgo de despreciar esa dama tan deseada como es la victoria con la seguridad que otra caiga en sus brazos.
Ciarrochi pagó caro esa excesiva confianza en la estrategia de resignar un triunfo seguro para potenciar otro incierto. Un despiste en la quinta vuelta, uno de los imponderables de la carrera al trabarse el acelerador en momentos que lideraba, lo dejó con la bronca y sin ese triunfo que había despreciado unos minutos antes. “Tuve ese problema con el acelerador en la primera carrera y debí cerrarla sin entrar a boxes y ganando, pero le erramos” lamentó el cordobés. Tarde para lamentos y lección para quienes apuesten a resignar victorias seguras por otras inciertas.
También la segunda carrera vio desvanecer la chance principal, en este caso de la de Josito Di Palma, por una situación que estuvo más allá de un error del piloto o una falla mecánica.Todo venia bien para Josito hasta en el segundo de los tres relanzamientos que tuvo el áspero tramite, su auto (estaba adelante)no tuvo la salida esperada y quedó relegado. Ahi entró en acción el gran juez que tuvo esta carrera: el semáforo, ese elemento que ordena tanto la largada de la carrera como los relanzamientos.
“Si bien reconozco que no ví las luces, el semáforo no estaba de la mejor manera y la luz roja estaba muy clarita” destacó Josito, con menos bronca a la imaginada por lo que había perdido, “No esperaba ganar por la forma en que resolvió la carrera pero mis rivales tuvieron más problemas que yo. ¿El semáforo? No lo ví, me cantaron verde por la radio y largué” reveló el ganador Gastón Rossi. Se ve que le cantaron bien porque en el primer relanzamiento hizo una impresionante largada que lo proyectó a la punta y motivó quejas de su escolta Aldrighetti.
“Rossi se adelantó” objetó Aldrighetti antes de referirse al cuestionado semáforo y contar que ”estaba mal ubicado, tuve que estirar el cogote para verlo,y encima la luz del rojo parecía una vela». Hubo otras interesantes opiniones sobre el semáforo, ”No veía nada y las dos veces largué porque ví largar a los de adelante. Sufrí mucho esta carrea por esas cosas especiales que tiene este tipo de carreras, pero finalmente pude sumar varios puntos” comentó Jorge Barrio, que en el tercer escalón acompañó en el podio de la segunda competencia a Rossi y Aldrighetti.
Como tema a futuro sobre todas estas confusas situaciones provocadas por un semáforo que no fue el ideal, ni cumplió su importante función, vale conocer lo dicho por Diego Azar. ”Espero respuestas de la CDA del Automóvil Club argentino, sobre el semáforo que no se vio” dijo el bicampeón de la categoría.
No es el único, mucho quieren saber qué pasó con el mal funcionamiento o desacertada ubicación (recordar que desde diciembre de 2019 no se disputaban carreras nacionales en Nueve de Julio) de un elemento que pudo provocar consecuencias más graves que el enojo de los pilotos. .
Fotos: Prensa Top Race.