UN POLEMAN CONFIADO.

Sin tener la contundencia de Mariano Werner, también mostró lo suyo Julián Santero en la Etapa Regular, como para tenerlo en cuenta como futuro rey de Turismo Carretera. Una imagen que para algunos, por otras circunstancias, parece lejana, pero que ha crecido tras lo visto en el Autódromo de San Luis  en el primer paso oficial de la Copa de Oro, con la pole del mendocino. Resultó la sexta en 76 clasificaciones y segunda de la temporada. Además con los dos puntos ganados, redujo a 21 la diferencia inicial de 23 con la que Werner inició la Copa.

No sorprendió la pole de Julián. Desde los entrenamientos su Ford del equipo LCA Racing, mostró buena adaptación a un circuito complicado como el de San Luis, en particular por su pavimento gastado y sumamente abrasivo, y encima si aparecía el viento (”no complica pero hay que tenerlo en cuenta”) como se lo notó en algunas curvas. Por su lado, Santero entregó una llamativa seguridad a la hora de hablar sobre su rendimiento.  “Tiene un buen equilibrio” , repitió el mendocino sobre una virtud que consideraba clave para sus intenciones en la serie y final de “ser rápido pero cuidando los neumáticos, que en este circuito sufren un gran desgaste…”.

«Para clasificación logramos con unos cambios, dar un saltito que nos hizo bajar entre dos y tres décimas», contó Santero sobre las mejoras que le dieron un mejor equilibrio para clasificar. Debía mostrarlas en carrera.

Ya en la serie, a Santero le esperó otro gran examen con Jonatan Castellano como principal rival. El Pinchito necesita ganar, tiene el auto y no había escondido las intenciones. “Saldré a todo o nada”, avisó Jonatan en un mensaje similar, aunque menos terminante al mandado por Santero.

Veremos qué pasaba, con la alternativa de Julián de poder especular con la suma de puntos. Un actor para aportar lo suyo en este parcial puntano era Agustín Canapino, desde su quinto lugar inicial, luego problemas en la caja de la Chevy lo relegaron al 13° lugar en clasificación.

Facundo Ardusso y Mariano Werner completaron al triologia que pudieron imaginarse como candidatos para el inicio de la Copa de Oro, siempre con todas las precauciones que suponen los pronósticos sobre el imprevisible TC. Facu recuperó la sonrisa tras ese segundo lugar, su mejor resultado clasificatorio en las últimas 17 carreras.  “Sabía que era difícil mantener la pole provisoria, e intuía que Werner o Santero me la podían sacar…”, reconoció Ardusso, sin dejar de entusiasmarse con los progresos mostrados por su Chevrolet. “Es la consecuencia del trabajo de todo el equipo, y el apoyo de mi gente”, explicó. El de Las Parejas debía enfrentar a Otto Fritzler, otro que recuperó el rendimiento de su Ford, mientras esperaba entrar en la Copa por la ventana de los Tres de Último Minuto.

Mariano Werner arrancó como líder de la Copa de Oro. Sumar puntos era su objetivo en todas las carreras para conservar y aumentar la ventaja de 21 puntos sobre Santero.
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Duelo de campeones planteó la fila inicial de la tercera serie con Mariano Werner y Manuel Urcera, el campeón vigente. El entrerriano, otro de los preocupados por el elevado desgaste sufrido por los neumáticos en una pista que según precisó “está muy castigada”. La preocupación de Urcera pasó por acortar la brecha que separaba a su Torino de los autos de punta. Un dato: Torino es la única marca que en el actual campeonato no ganó ninguna de las 10 carreras, y la misma que el año pasado dominó el campeonato. Cosas del TC.

 

Fotos: Prensa ACTC.

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