SE CORONÓ A LO CAMPEÓN

UN VERDADERO CAMPEÓN

Este es el calificativo que le cae justo a Agustín Canapino por la corona de Súper TC 2000 que, anticipadamente se calzó en la tarde clasificatoria del  Oscar Cabalén para poner fin a una espera de varios años. Un campeón de raza porque no sólo justificó su título por sumar más puntos que nadie, sino por esa actitud de coronarse a lo grande, con la pole position. No era imprescindible, pero fiel a su alto espíritu competitivo y ganador, Agustín la quería para darle más brillo a  su coronación. Y la consiguió para sumar la 17ª pole en su campaña, y seguramente la que más recordará por lo que le significó.

“Quería definir el título cuanto antes, porque ya no aguantaba más con mi ansiedad. Con el titulo me saqué un elefante de encima. Desde afuera todos lo veían fácil porque me faltaba medio punto, pero desde adentro las cosas no son tan simples»,  respondió Canapino ante la pregunta de Visión , sentado como único participante en la  conferencia de prensa y segundos después, de recibir vía telefónica la felicitación de su padre Alberto, el único familiar cercano ausente en el Cabalén. “Siempre está conmigo y fue quien me dio la oportunidad de empezar a correr” ,  reconoció Agustín.

“Lo más importante de todo es ver feliz a toda a la  gente que quiero”, contó un feliz pero sereno Canapino, con el fresco recuerdo de la emoción, cercana a  las lágrimas, de su madre Claudia, la hermana, sus abuelos, amigos como José Michelli (“me ayudó desde mis comienzo y sirvió de contención”), y todos los integrantes del equipo Chevrolet, que a puro grito y cubiertos de espuma le  pusieron la nota colorida y eufórica a la coronación.

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“Valoro lo de Matías, con quien hemos tenido diferencias en la pista pero mantenemos un mutuo respeto…”, destacó el Titán, sobre ese felicitación que con la mano extendida al cuello le brindó Matías Rossi (“el auto no tuvo un buen rendimiento, y no pude pelear por la pole”), a la salida de la zona de la verificación técnica  unos segundos después que lo hiciera  Darío Ramonda, su jefe deportivo en Toyota. No todos los pilotos se acercaron a felicitar al nuevo campeón.

“Quiero dedicarle este título a Nancy (la hermana de Norberto Fontana fallecida hace unos meses), y a Guido (por Falaschi) que vive en mi memoria todos los días sin necesidad de aniversarios”, señaló Agustín a la hora de los recuerdos emotivos.

“No se dan una idea de lo que soñaba con este titulo. Es el que me costó más y el que y me hizo renegar bastante», agregó el nuevo campeón con el recuerdo de otras chances perdidas, especialmente en los dos años anteriores con  Peugeot, y en sus enfrentamientos con Néstor Girolami. “Tuve humildad, agaché la cabeza y supe aprender de los errores”, admitió sobre ese par de años con la marca francesa que mediaron entre sus dos períodos en Chevrolet. “Le agradezco a la gente de Chevrolet haberme dado una segunda oportunidad, y especialmente luego de no haberme ido muy bien. Fueron errores de un principiante que pude corregir. Por suerte la vida da revancha y pude coronarme con la marca de la que soy hincha y siento como propia…”, agregó Agustín sobre su noveno  título logrado a nivel nacional, que se ha sumado a los del Turismo Carretera (2010),  Top Race (2010, 2011, 2012, 2013 y 2014), TC Pista (2008) y Copa Megane (2007). Todo con apenas 26 años,

“Es la novia que más me costó conquistar”, dijo un sonriente Agustín, con la vista clavada en la enorme Copa de Campeón.

Ahora que ya la tenés, disfrutala Agustín…

Por Miguel Sebastián (especial desde Alta Gracia, Córdoba)

Fotos: AIF

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