HAY UN CAMINO.
Era toda una incógnita no exenta de temores el demorado arranque de la Fórmula 1 bajo las normas restrictivas impuesta por la pandemia de corona virus. Y si bien no fue la pionera en volver a las pistas, ya que el NASCAR e IndyCar lo hicieron antes, lo que sucediese con la Máxima iba a ser mirado con mayor atención por su carácter referente de la mayoría del automovilismo mundial.
“Vamos a ver qué pasa con la Fórmula 1…” fue una frase escuchada en muchos de los protagonistas del automovilismo argentino que con tanta ansiedad como preocupación esperan un indicio sobre la fecha tentativa del regreso de la actividad paralizada en forma oficial desde el 15 de marzo.
Se vio en Austria lo que pasó con la Fórmula 1. Sacó el aprobado en el exigente examen inicial aunque esto no la exime de seguir con la severidad de sus protocolos. Esto recién empieza y cualquier tropezón puede hacer perder todo lo avanzado que es bastante porque se dio con éxito el siempre importante y difícil paso inicial. Ahora hay que afianzarlo para superar este inédito momento.
Seria tan arriesgado como equivocado trasladar sin escalas esas imágenes y situaciones de lo visto en Austria al automovilismo argentino y concluir terminantemente en qué si ellos pudieron volver a correr, nosotros también podemos. No es tan simple por los distintos factores que nos separan de ese automovilismo Factores que van desde lo económico hasta los culturales pasando por los logísticos en cuanto a la organización de las carreras por las más extensas distancias a recorrer en los traslados. Valga señalar que solamente para habilitar la presencia de un plantel reducido de integrantes en la mayoría de sus áreas, se hicieron 4.000 testeos en función de prevenir el corona virus. También hay que recordar la disciplina vista en los boxes y la ceremonia del podio.Y no olvidar que se corrió sin público en las tribunas.
Esto no significa que sea imposible el retorno de las carreras en Argentina. Para lograrlo, vale como base tomar buena nota de cómo la Fórmula 1 reinventó para volver a correr y en la medida de las posibilidades y realidades argentinas acercarse todo lo posible a esos parámetros. Una tarea que exigirá el trabajo, el apoyo y hasta cierto renunciamiento individual de todas las partes del automovilismo nacional. También del lado del gobierno nacional necesitará una señal más clara de sus verdaderos deseos.
La Fórmula 1 demostró que es posible volver a correr por encima de la pandemia de corona virus. En Argentina y sin olvidar las disposiciones sanitarias, volver a correr es cuestión de proponerlo organizarlo y cumplirlo con un trabajo serio y organizado que tenga más hechos que palabras.