AQUELLA

BRILLANTE
MANIOBRA
DE
ALONSO
Por P.V.

Se viene Japón y se viene Fernando Alonso. ¿Un capricho juntarlos? Nada que ver. Es que a pocos días de la realización de uno de los Grands Prix más emblemáticos del pasado reciente de la Fórmula 1, en uno de los tres mejores autódromos del calendario, en Suzuka, la superposición de los recuerdos es inevitable. En Suzuka, dónde va a volver a correr este fin de semana, el español protagonizó la maniobra más brillante de la última década de la categoría.

Se podrá argumentar que ese lugar le corresponde al sorpasso con el que Mika Hakkinen humilló a Michael Schumacher en el GP de Bélgica de 2000, con Ricardo Zonta de accesorio involuntario. Pero sucede que esa maniobra sensacional es de la década pasada, ocurrió hace más de diez años. Mínimo pero decisivo detalle para dejarla al margen.

Esta tuvo lugar un lustro atrás, el 9 de octubre de 2005, y todavía produce estremecimiento:

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Ese mismo día, este periodista escribió en el diario Página/12:

“Dos curvas de todo el campeonato mundial de la Fórmula 1 cortan el aliento. Meten miedo. Una es Eau Rouge, en el Spa belga, una ese en subida que mide el tamaño del coraje. Por la línea ideal se puede tomar a fondo. La otra es la 130-R, un monumental curvón a la izquierda en el Suzuka japonés, que se dobla conteniendo la respiración a casi 300 km/h. El domingo a la madrugada, Fernando Alonso demostró en esa curva por qué tiene merecido el título de campeón del mundo (…)

“La excepcional maniobra de Alonso para darle a entender a Michael Schumacher que su era ya forma parte de la historia (…). Resulta que el español de Renault lo alcanzó como a mitad de carrera al alemán de Ferrari, y trabó con él un duelo simbólico por eso de la transferencia de la corona. El circuito japonés no ofrece, normalmente, buenos lugares para superar a los rivales y Schumi, ya veterano, ya zorro, ya vencido, comenzó a bloquear lícitamente (toda una rareza) los esfuerzos del flamante campeón.

“Estaba claro que el Renault de Alonso era más rápido que la Ferrari, pero no había sector donde el español pudiera hacer valer esa superioridad. Al menos, no había un sector lógico –ni la frenada de la chicana que 16 años atrás popularizaron Senna y Prost, ni la recta principal–, de manera que Alonso tuvo que fabricarse un lugar.

«Y eligió la 130-R. Una curva difícil para doblar solo, mucho más peleando con un rival, ¡muchísimo más si se dobla por afuera! (…) Con pibes como éstos, Schumacher tiene el futuro asegurado. En su mansión de Suiza”.

Con indudable satisfacción, Renault –todavía manejado por el maquiavélico Flavio Briatore– dio a conocer tras la carrera algunas datos obtenidos por telemetría. Alonso dobló a 278 km/h. Por afuera. Con Schumacher por adentro. Corre un escalofrío cada vez que se reitera la imagen, que se repasan los datos.

Japón le ha dado enormes carreras al Mundial. Desde la definición Lauda-Hunt en 1976, a las grandes batallas entre Ayrton Senna y Alain Prost, las decepciones de Mansell en 1987 y 1991, la fabulosa victoria de Damon Hill sobre Schumacher en el agua en 1994, los combates entre Hakkinen y Schumi de finales del siglo pasado o este GP de 2005 que no ganó Alonso (al final tercero) sino Kimi Raikkonen, doblegando a Giancarlo Fisichella en la última vuelta después de haber partido desde la 17ª posición.

¿Podemos esperar otro thriller, otra película de suspenso sobre el asfalto de Suzuka? Repasemos el circuito, Jaime Alguersuari, el piloto de ToroRosso, nos lleva a dar una vuelta:

Fernando Alonso viene de ganar tres de los últimos cinco Grands Prix del Mundial de Fórmula 1. Si en la máxima categoría del automovilismo hubiera algo remotamente parecido a una Copa de Oro, el español estaría muy cerca de ganarla: en esas últimas cinco carreras (Alemania, Hungría, Bélgica, Italia y Singapur) sumó más puntos que nadie, 93 unidades contra las 74 del actual líder del Mundial, Mark Webber. Ni que hablar respecto del resto: los dos pilotos de McLaren, Lewis Hamilton (37 puntos sobre 125 posibles) y Jonson Button (44) sumaron menos en conjunto que Alonso. Tampoco fue brillante la cosecha del Joven Maravilla Seb Vettel (60) pese a terminar entre los cuatro primeros en cuatro de esas cinco carreras.

La Ferrari dispone de recursos fabulosos y suficientes como para tomar lo mejor de sus competidores. De McLaren tradujo el Conducto F; de RedBull sacó ideas para el “difusor soplado”, con los escapes liberando los gases del motor entre los distintos planos del doble difusor de manera de generar down-force adicional. Alonso y Webber son, probablemente, los pilotos más motivados de este cierre.

Los curvones veloces parecen sonreírle a RedBull, pero la diferencia puede resultar marginal. Suzuka es promesa de un Grand Prix fantástico. Ojalá se cumpla. Si no, siempre podremos volver a vez, una y otra vez, la maniobra de Alonso…

6/10/2010

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