CUATRO DE

CINCO
NO ESTA
TAN MAL

Las 500 Millas de Indianápolis ya no son lo que eran. Considerada como una de las tres competencias más afamadas del planeta, junto al Grand Prix de Mónaco de F-1 y las 24 Horas de Le Mans, hace rato que viene siendo el eslabón más débil de esa cadena de éxitos. Mientras Le Mans viene recibiendo año a año cerca de cien inscripciones para una grilla que no supera los 55 autos, el óvalo de Indiana recuerda con añoranza esas clasificaciones que duraban todo el mes de mayo, con más de una centena de autos intentando clasificarse entre los 33… Este año apenas si cuatro pilotos quedaron afuera de la grilla.

Es una cuestión cultural, dicen. Es cierto que la guerra civil entre el Championship Auto Racing Team (CART) y la Indy Racing League (IRL), que duró una década, tuvo como único vencedor a… la North American Stock Car Racing Series (NASCAR) que definitivamente se erigió en el deporte motor más popular de los Estados Unidos, y eso terminó por dañar seriamente la salud y la reputación de una carrera que el año que viene cumplirá un siglo, y que llega de rodillas al centenario.

Quién diera el puntapié inicial de esa guerra en la que perdieron los monopostos y sus fanáticos fue Tony George, de la familia propietaria del Indianapolis Motor Speedway. Ya ni eso le queda: sus propios parientes lo relegaron a una jubilación anticipada antes que siguiera haciendo más daño. George imaginaba una provinciana vuelta a las fuentes, con pilotos americanos, óvalos, pollo frito y papas fritas con ketchup.

Ahí tenés, Tony. Los coches que inundan Indianápolis son todos italianos, construidos por Dallara. Y los motores los hace un fabricante japonés, Honda. ¿Pilotos norteamericanos? Entre los 33 que el domingo 30 largaran las 500 hay, dejame contar, hum… ¡ocho! El que mejor larga es Graham Rahal, que parte en tercera fila.

¿Son mayoría? ¡No! También hay ocho brasileños y uno de ellos tiene la pole-position, es Helio Castroneves (que aprovecha para mandarle saludos a Fernando Croceri). Anotá: Castroneves (1º), Raphael Matos (12º), Mario Moraes (13º), Ana Beatriz Figueiredo (21º), Bruno Junqueira (25º), Mario Romancini (27º), Vitor Meira (30º) y Tony Kanaan (32º). ¡Pe pé, pe pe pe pé! ¡Pe pé, pe pe pe pé! Castroneves viene de ganar la edición de 2009 de las 500; ya lo había hecho también en 2001 y 2002 (y no, nunca reclamó el título 1993 de la F-3 Sudamericana…)

Eso no es nada, Tony : vos que querías unas 500 bien americanas, bien machas, ¡y se te llenaron de mujeres! Cinco largas cabelleras en la lista de inscriptos y quedaron cuatro entre los 33… ¡a la única que podés mandar a lavar los platos es a la suavecita Milka Duno, la ex conquista de nuestro venerado Vic Elford!

La brasileña Ana Beatriz larga 21ª (se clasificó a 360,806 km/h de promedio!), la suiza Simona de Silvestro parte 22ª (a 360,782 km/h), la local Danica Patrick sale 23ª (a 360,768 km/h) y Sarah Fisher larga 29ª (anduvo a 361,114 km/h, más rápido que todas las demás, pero recién en el último día, cuando los primeros 24 lugares ya estaban adjudicados.

Danica, que posa en bikini pero que tiene más carácter que un camionero después de cruzar de la Costa Este a la Oeste sin haber parado ni para comerse un hot dog, se despachó a gusto contra sus mecánicos del Team Andretti-Green, aduciendo que su auto era intenible, pero se volvió loca cuando la masa la abucheó… En Indianápolis ya tiene fama de Pata Di Palma, parece…

¿El promedio de Castroneves? 366,803 km/h. Y si querés ver qué tan rapido anduvieron él y sus colegas, te sugerimos este video:

La carrera se disputa este domingo, para la Argentina televisa Espn y nosotros vamos a estar alentando a… Sebastián Saavedra, que no tiene nada que ver con nuestro benemérito Carlos pero que anda casi tan rápido como él: larga último después de pegarse una piña que lo mandó al hospital…


25/5/2010
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