“En el 2005, en el TC en Olavaria, los mecánicos del JC fueron hasta Chivilcoy a buscar unos elementos para el auto de Campanera, y cuando mi auto pasó por la revisión técnica me dejaron solo, el coche no dio la altura y me bajaron. Yo cuando volvieron les dije que eran unos inútiles, ¿Qué pasó después?, Julio Nicieza (dueño del JC Competición) me rajó”. MARIANO ALTUNA