LA CARRERA MENTAL parece tenerla ganada o, al menos, controlada por el momento. Y si lo sigue acompañado un auto como el que tiene más su talento, el final es inexorable.
Te hablamos, por si no lo sacaste, de Lewis Hamilton, que con el Mercedes volvió a darle una paliza a sus rivales en Hockenheim por el GP de Alemania y se alejó por 19 puntos de su compañero de equipo y máximo -¿o único?- rival por el título Nico Rosberg, que apenas arañó un 4° puesto a pesar de haber hecho la pole. Pero una mala largada y una sanción de 5 segundo por tirar fuera de la pista a Max Verstappen (3° con el Red Bull) lo condenaron.
El británico, que tuvo detrás casi toda la carrera a Daniel Ricciardo (Red Bull), pero que nunca vio peligrar el triunfo, ganó su cuarta carrera al hilo y va, también, por su cuarto título mundial, lo que le permitiría igualar a una leyenda como Alain Prost y a un contemporáneo como Sebastian Vettel.
Pero, ojo, no todo es color de rosa para Lewis que, afirmó, deberá cambiar motor en Bélgica o en Monza y, por ser el 6° del año, partiría último: «Nico podría disfrutar de un domingo en coche, y yo voy a luchar entre un montón de autos. Ahora los Red Bull han alcanzado su ritmo y podría ser difícil deshacerse de ellos, incluso entrar entre los cinco primeros. Soy consciente de ello».
Y ya que te nombramos a Vettel, las Ferrari volvieron a penar y hasta perdieron el 2° puesto en el campeonato de equipos, que ahora ocupa Red Bull. ¿Cómo terminaron los autos de La Scuderia? El alemán fue 5° y Kimi Räikkönen, 6°. ¿Se recuperarán luego del receso de casi un mes hasta Spa-Francorchamps? Mmmm…
Por Cristian Re.
Fotos: F1.com
