LA CONSAGRACION EN EL TC, por la que el Pumita de Morón viene bregando desde hace tiempo, es alentada por muchos.
Ganador de tres de las últimas cuatro carreras de TC, una marca que reconoce un solo antecedente en la última década (cuando Emanuel Moriatis venció en las dos últimas pruebas del 2009 y en la primera del 2010), Diego Aventín podría dar un enorme salto a la conquista del título de TC si se impone este domingo en Trelew, un circuito en el que ya supo ganar y en el que prácticamente es local.
Matemáticamente será imposible asegurarse la corona en esta anteúltima carrera de la Copa de Oro, teniendo en cuenta el puntaje extraordinario de la última fecha en el Autódromo de Buenos Aires, pero un triunfo “gratuito” (en la medida que ya no genera lastres, esa condición que a principios de año siempre provoca reticencia ante la posibilidad de victoria) podría ponerlo a salvo de eventualidades ulteriores en el circuito más veloz de todos los que transita el TC en su calendario. Después de haber roto dos motores en Comodoro Rivadavia, la exigencia que puede plantear Buenos Aires (a más de 200 km/h de promedio y en el calor creciente de diciembre) no deja de preocupar.
Más allá de los pronósticos, es llamativa la adhesión que la campaña del piloto de Morón, que ya lleva trece temporadas de TC sobre sus hombros, ha concitado dentro del ambiente, aún entre los pilotos. No van a admitirlo en público, y lo negarían si se los citara, pero muchos de ellos, incluso algunos que ya ganaron este año en TC, entienden que sería beneficioso para el automovilismo que Diego consigo el halago tan deseado.
El tema ha surgido en muchas charlas informales en los boxes o en el paddock, en las que sin cassette fluye una sinceridad poco frecuente en el juego de las declaraciones. Sin apuntar a nadie con el dedo, muchos entienden que la obsesión aventineana para que Diego logre el título ha generado un estado de distorsión en las reglas de juego de la categoría que podría normalizarse –aflojar- en caso de que los responsables del Ford n° 14 puedan pintarle el número 1 a ese auto el año próximo.
“Ojalá que salga campeón, así podemos empezar de nuevo” deslizó en los oídos de VA uno de los pilotos de TC que ganó en el 2013. Otros formulan condiciones similares. No reclaman nada: entienden que, en este estado particular de la categoría, ese resultado podría ser el más favorable para el interés común. Por supuesto que otros lo hacen de manera más evidente.
Después de vencer en San Luis, Diego se declaró partidario de que todos sus rivales pudieran ayudarlo en su proyección al título, una pretensión poco usual, pero que parece fundada en bases más sólidas de lo que se creía.
Cuidado: Aventín le lleva solo un punto de ventaja a Jonatan Castellano, que nunca ha estado –tampoco- tan cerca de una consagración, y ocho a Josito Di Palma, que está un escalón más abajo porque todavía no ganó en el TC. Las diferencias son irrisorias cuando quedan más de cien puntos en juego. Hoy, los 12 integrantes de la Copa de Oro tienen chances matemáticas de ganar el título.
Pero ¿más hinchas que Aventín tiene alguno?
Por el equipo de VA
Foto: ACTC
Si lo que dicen es verdad es la peor afrenta que pueden hacerle a los que pagamos por ver a la categoria. es convalidar que el título estaría arreglado para que este tipo se vaya a su casa y no joda mas como piloto… Pero es mentira que si así fuera, esto terminaría aca: Los que apoyan ahora a este tipo querrán, tarde o temprano, que les devuelvan el favor. VERGUENZA. Final: ¿Para cuando la sanción a Aventín por partirlo a Girolami en Junín el año pasado?
Yo escuche lo mismo en una mesa de Alta Gracia…..palabras más o menos: Que todo termine de una vez, que salga campeón y empezamos de nuevo tranquilos….., en fin como dice Gustavo….es realmente grave. Doc si estas leyendo esto baja el alquiler de la combi a Bs. As. ..Saludos.
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