UNA MARCHA ATRÁS CLAVE
Este Dakar 2018 sigue corriéndose tanto en los duros caminos como en los confortables escritorios de las autoridades.
Y en esa competencia burocrática hubo una importante “marcha atrás”, como fue la que pusieron las autoridades al dejar sin efecto el recargo de 10 minutos, impuesto el lunes al líder Carlos Sainz por un supuesto toque al quad del holandés Kees Koolen. Un recargo que dio lugar a numerosas suspicacias por lo intereses comerciales de Koolen con Overdrive, el concurrente del Toyota del qatari Nassar Al Attiyah, uno de los principales rivales de Sainz
“Acá tenemos los datos de la telemetría, que indican que Carlos transitaba a 158 kilómetros por hora y cuando se encontró con el piloto de quad, redujo a 5o km/h. Le avisó dos veces al accionar el centinel, y luego baja a 37 km/h. En los datos registrados no se registran impactos algunos, por lo que no hubo tal incidente” explicó Bruno Famin, director deportivo de Peugeot sobre los datos aportados en un video y que, según dijo, resultaron determinantes para que las autoridades reviesen la decisión inicial y le devolvieran al español esa decena de minutos de ventaja que pueden resultar claves en la definición de la competencia.
Sobre las arenas de Fiambalá y al mando del Peugeot 3008 DKR, Sainz también hizo lo suyo para ganar en tranquilidad, en la lucha por la victoria con su compañero y escolta Stephane Peterhansel. Con su tercer puesto en la etapa Belén-Chilecito, ganada por el holandés Bernhard Ten Brinke (Toyota), el español le sacó 10 segundos al francés que terminó cuarto.
Así entre los 10 minutos que le devolvieron en las oficinas y los 10 segundos que logró en los caminos, Sainz encaraba el rush final del Dakar de las tres etapas restantes con 1h00m45s de ventaja sobre Peterhansel, su perseguidor inmediato.
¿Dakar definido? Nunca lo digas en el Dakar, y menos en esta edición 2018 con definiciones en los caminos y los escritorios.
Por el equipo de VA
Fotos: Mónica Paz y Prensa Dakar
