PASÓ UN TANTO INADVERTIDO EN EL MISMO FINDE DE LA FÓRMULA 1 Y EL MOTOGP, PERO SERÁ UN HITO EN LA HISTORIA DEL DEPORTE DE LAS CUATRO RUEDAS.
Seguro que escuchaste hablar de Tom Kristensen, nueve veces vencedor de las 24 Horas de Le Mans. Tampoco te es ajeno el nombre de Jacky Ickx, seis veces ganador del clásico francés. Ni que hablar de Stirling Moss, ganador de un sinfín de carreras de larga duración, incluidas la Mille Miglia y superior a Juan Manuel Fangio en ese rubro. Son los grandes pilotos de Endurance de la historia del automovilismo, una especialidad que ya lleva más de un siglo de actividad día y noche, día y noche…

Habría que sumar un nuevo apellido a ese cuadro de honor. Acaso no sea muy conocido, porque nunca pasó cerca siquiera de la Fórmula 1, pero en el rubro de los coches sport y las pruebas de largo aliento es un nombre de peso.
Nick Tandy (Bedford, Inglaterra, 1984) es un piloto de bajo perfil, que arrancó a correr a los 11 años en los óvalos cortos de su país, que brilló en la Fórmula Ford y que, a los 27 años, en 2011, se pasó a la Porsche Supercup. Estaba iniciando, sin saberlo, una campaña extraordinaria que acaba de anudar dos grandes hitos, uno ya instalado y otro inéditos.
Con su victoria en las 12 Horas de Sebring, compartiendo un Porsche 963 con el brasileño Felipe Nasr y el belga Laurens Vanthoor, Tandy se convirtió en el décimo piloto en conquistar la Triple Corona del Endurance: las 24 Horas de Le Mans, las 24 Horas de Daytona y las 12 de Sebring.
Tandy se une a un verdadero seleccionado de grandes pilotos: Anthony Joseph Foyt, Hans Herrmann, Jackie Oliver, Al Holbert, Hurley Haywood, Mauro Baldi, Andy Wallace, Marco Werner y Timo Bernhard ya habían conquistado ese halago.
El inglés venía sido pionero en un logro que, como no tenía antecedentes, se lo llamó el Tandy Slam: victorias en las cuatro carreras de 24 Horas más importantes del planeta. Lo conquistó en enero, tras triunfar en Daytona (con el mismo auto y compañeros que en Sebring), habiendo ya logrado los triunfos en Le Mans (2015), Nurburgring (2018) y Spa-Francorchamps (2020).
Pero con este triunfo en Sebring, Tandy fija otra vara: el Big Six, las seis carreras de Endurance más importantes del mundo en la actualidad. Ningún otro piloto ha alcanzado esa marca.
¿CÓMO FUE QUE LA CONSIGUIÓ?
24 Horas de Le Mans 2015 – Porsche 919 Hybrid (LMP1)
A sus autos habituales, Porsche le agregó un tercer 919, con un trío liderado por un piloto de F-1, Nico Hulkenberg, junto a dos ascendentes pilotos de la Porsche Supercup: Tandy y el neocelandés Earl Bamber. Fueron los increíbles turnos nocturnos de Tandy los que aseguraron la primera victoria del fabricante de Sttutgart desde 1998.
2015 Petit Le Mans – Porsche 911 RSR
El coche que Tandy compartió con Patrick Pilet y Richard Lietz largó último debido a una penalización, pero la fuerte lluvia alteró el orden y significó que los GT fueran más competitivos que los prototipos en esa carrera que, además, se acortó dos horas debido al clima.
24 Horas de Nürburgring 2018 – Porsche 911 GT3 R
Superó un pinchazo temprano y un choque contra la puerta de su coche en boxes para ganar en el Nordschleife. Tandy describe esta carrera como «la más difícil de ganar de todas las grandes carreras de resistencia».
24 Horas de Spa 2020 – Porsche 911 GT3 R
Ahorra un cambio de neumáticos catapultó a Tandy y sus compañeros al liderazgo de la carrera, pero la caja de cambios explotó en la penúltima vuelta. El aceite de la caja impactó al coche que iba detrás y permitió a Tandy rematar la victoria.
24 Horas de Daytona 2025 – Porsche 963 (LMDh)
Tras problemas de subvirancia inicial y falta de agarre, el equipo se recuperó y lideró más del 66% de las vueltas, aguantando un ataque tardío de Acura.
12 Horas de Sebring 2025 – Porsche 963 (LMDh)
Tandy protagonizó la batalla por la punta entre la octava y la décima hora, y le entregó a su compañero Nasr el coche en punta.
«LA TRIPLE CORONA ES UNO DE LOS MÁS HISTÓRICOS GALARDONES“
«Ya pensaba en esto hace dos años. Estuvimos muy cerca de ganar en Sebring hace dos años y, de nuevo, probablemente tuvimos aún más posibilidades el año pasado, pero en ambas ocasiones nos vimos afectados por el accidente de otro piloto.
«Pero ya pensaba entonces que, si conseguía ganar en Sebring, solo me quedaría Daytona para completar las seis [Daytona, Le Mans, Nürburgring, Petit Le Mans, Sebring y Spa] o la Triple Corona. Así que es algo en lo que pienso, y algo que sería fantástico lograr y luego pasar a otra lista de los pocos que han ganado la Triple Corona, o, de nuevo, ser el primero en conseguir el Big Six”.
“Es increíble porque nunca me imaginé lo importante que sería ganar las cuatro carreras de 24 horas”, dijo. “Se volvió global. La gente hablaba de ello en todo el mundo.
«Le Mans fue algo enorme, pero esperaba ganar. No evalué realmente lo que había hecho, y al mirar atrás, después de haber corrido allí otros 10 años, intentando ganar de nuevo, miro atrás y digoe: la verdad es que fue algo realmente bueno lo que hicimos».
“Así que es bueno que otros reconozcan tus logros. Pero cuando estás en la pista y sigues haciéndolo, celebras en el podio el domingo, pero para el lunes, la atención ya está puesta en la siguiente carrera. Es bueno pensar y recordar Daytona y Sebring ahora, pero supongo que dentro de 20 años será aún mejor».
“Pero nunca cambiará nuestra forma de afrontar la carrera, ni el esfuerzo que dedico, ni si faltan 10 minutos para el final. El enfoque será similar si fuera la primera vez o la décima, porque el objetivo principal, y mi principal motivación en mi vida laboral y deportiva, es simplemente ganarles a todos cada vez que hago algo, cada vez que corro.
“Mientras eso no cambie, espero seguir haciéndolo al máximo nivel durante bastante tiempo, porque me encanta ganar. Y cada vez se me da peor perder.
“Sebring era un desafío diferente. Muchos piensan que es más difícil que Daytona (que dura el doble) debido a la pista increíblemente bacheada, el calor de Florida incluso en marzo y el hecho de que los mismos más de 60 coches repartidos por los peraltes de Daytona se condensan en un trazado de circuito mixto más tradicional y sinuoso que los acerca más.
«No era fácil: era un reto enorme, mantenerse en la pista, mantenerse competitivo. Tener un coche que funcione bien por la mañana, durante el calor del día y luego por la noche, y con todos los más de 60 coches que hay en la pista, hay que tener mucha suerte. Además, ser rápido cuando importa».
“Lo más fácil en el mundo de las carreras es cometer un error, ya sea al pilotar, al tomar una decisión estratégica, en boxes, en cualquier cosa. Es increíble que hayamos tenido esta racha en las dos últimas carreras. Es simplemente maravilloso venir a correr y continuar con esta racha. Creo que el coche ha estado en la vuelta del líder en todas las vueltas del año hasta ahora
“La Triple Corona es probablemente uno de los galardones más históricos. Es uno de los más históricos. Miras los nombres de las personas que están en esa lista… con las que estás vinculado. Es algo increíble”.
(Nick Tandy dixit)
LA MALA FORTUNA ARGENTINA
Así como Tandy celebró con ganas en Sebring, ninguno de los cuatro argentinos que tomó parte de la carrera pudo darse por satisfecho y solo uno, Nicolás Varrone, vio la bandera a cuadros, aunque su desilusión fue notable.
José María López viajó sorpresivamente a la Florida para reemplazar al inglés Ben Barnicoat en el Lexus GT3 –similar a la máquina que conduce en el WEC- pero cuando estaba al volante del coche nº 14, sufrió un incidente que lo obligó a meterse en el garaje para reparaciones. Finalmente, el coche solo completó la décima hora y 255 vueltas (74 giros menos que “Rexy”, el Porsche vencedor).
“El automovilismo puede ser muy ingrato”, reflexionó Nico Varrone, piloto del Corvette nº 4 (foto) que compartió con Tommy Milner y Nicky Catsburg. “Después de estar 10 horas peleando en el Top3 (de la clase GTPro), un problema en el registrador de datos de la categoría nos obligó a parar a cambiarlo y así perder toda chance de un gran resultado. Vamos a trabajar más fuerte para estar dónde merecemos”.
Luis y Matías Pérez Companc, padre e hijo, también se fueron de Sebring con un gusto amargo. Matías chocó el Oreca 07 del equipo AF Corse apenas cumplidas nueve horas de la maratón. El tercer piloto del auto era nada menos que Nicklas Nielsen, el último ganador de las 24 Horas de Le Mans con Ferrari.