A LA ESPERA DE VIEDMA.
REFLEXIONES A PARTIR DEL RECIENTE TRIUNFO DEL NUEVO TORINO, Y POR SI FALTARA ALGO, DEBUTANTE Y GANADOR.
Cuando llega octubre, cubrimos Autoclásica y son publicadas fotografías de los prototipos que engalanaron nuestras pistas a fines de los ’60 y comienzos de los ’70, revive el Muro de los Lamentos fierreros, añorando aquellos coches y esas épocas.
¿De qué se trataban esos coches, en definitiva? Autos que no existían en la calle, que no producía la industria en serie, que se conformaban en base a chasis tubulares, y poseían motores de cuatro litros derivados de los que se fabricaban en la Argentina.
Nada muy distinto al Torino Nueva Generación (NG) que se armó en Chacabuco, y acabó ganando la apertura del torneo de Turismo Carretera de 2024.
El Torino que el sanjuanino Tobías Martínez consagró en El Calafate se parece mucho más, conceptualmente, a cualquier Sport Prototipo de 1969 –cuando todos esos autos llevaban motor delantero-, que al Torino 380W que Héctor Luis Gradassi llevó al triunfo en la Vuelta de San Pedro el 26 de febrero de 1967, o al Torino Liebre I que César Horacio Malnatti utilizó para ganar en mayo de 1970 la Vuelta de Salto, la primera carrera de la Fórmula A del TC, la misma que rige actualmente y que entronizó el estado actual de las cosas: Ford, Chevrolet, Dodge, Torino…
La riqueza visual proporcionada por la carrera en El Calafate –un marco fotográfico extraordinario más una variedad de carrocerías inéditas en más de 50 años- es prometedora. Desde ya, en la medida en que sigan sumándose coches de la Nueva Generación: en Santa Cruz eran uno de cada cuatro. Un Ford Mustang o un Chevrolet Camaro no permiten demasiados desvíos de la línea de serie, pero el Torino representa una excepción: las líneas se determinaron de una manera relativamente arbitraria, en torno a un concepto original y, aunque constreñido por la realidad mecánica de un chasis de TC, aún así, es un prototipo.
Uno de los recordados Baufer (el de Jorge Cupeiro en este caso); Sport Prototipo (SP) de fines de los años ´60 (izq.) y el Torino NG hecho por el equipo de Esteban Trotta en tiempo récord. ¿Puede un nuevo auto de TC convertirse en un símil SP de aquellos años? Sí, pero no...
¿Hay chances de que esos sueños se liberen y al final del camino que ha comenzado a transitarse, haya más modernidad y autos más parecidos a sendos Sport Prototipos que a modernos coches de Turismo Carretera? Difícilmente: la ACTC maneja los reglamentos con mano de hierro y no los dejará a la deriva. Con el standard actual –casi todo el material técnico provisto por la categoría- es una quimera pretender que el ingenio individual vaya a modificar sustancialmente el panorama mecánico.
Pero eso no quita lo obvio: el Torino que triunfó es un fabuloso prototipo con motor delantero y, desde un punto de vista conceptual, no se diferencia demasiado del Baufer-Chevrolet (como lo has visto en la foto) con el que Jorge Cupeiro ganó en la apertura del torneo de Sport Prototipo de 1969, en marzo de aquel año, hace 55 años.
Mirá otra vez, vale la pena. También por esta razón la carrera en El Calafate fue histórica.
Muy atinada la analogia
Despues de todo y pese a todo algo quedo de aquella epoca esplendorosa de nuestro automovilismo
Como casi siempre, coincido con pabloneuquen. Vignone debería escribir más seguido en el sitio. Siempre billante!!!
Como casi siempre, coincido con pabloneuquen. Vignone debería escribir más seguido en el sitio. Siempre billante!!!
je! NO – HAY – PLATA
Todos los autos de TC actual – incluyendo los 4 clásicos – son más prototipos que otra cosa. Solo guardan similitud externamente a los autos que les dieron origen. Por lo demás, son prototipo puros con aspecto de auto de calle de hace 40 años. Este «Torino» no se diferencia del resto, excepto porque no existe el auto del que debería derivar.
La realidad es que solo cambia la estética del auto porque al igual que el de Landa tiene la estructura y mecánica igual, no así en los 60 que los prototipo se mezclaron los surgientes monocascos ,las viejas cupecitas. Hoy sólo se dejan de lado las antiguas formas de chevi ,falcon, gtx y Torino. Ya cumplieron algunos más de 40 años y mal que nos pese el futuro un día llega.
Es un acierto de la ACTC el cambio de las carrocerias viejas por los MuscleCar, incluso el Torino moderno quedo muy bien.
No asi el caso del Camry, que al igual que en Nascar es sapo de otro pozo y se nota a la legua que es un engendro.
Saludos
Son cuasi prototipos (salvo en neo torino, que lo es 100%) pero los de vieja generación, aunque «retro», también lo son.
Creo que fue una medida acertada, aunque algo improvisada: por eso se destacaron los Mustang (el DTA está a otro nivel -nivel TC2000 de la mejor época-) y el «torino» por lo dicho anteriormente: un prototipo hecho a medida del reglamento. Con los Camaro están cerca, el Toyota es casi lo mismo del año pasado y el problema mayor lo tienen con el representante de Dodge: no tienen techos, la jaula les quedó grande (deberían usar la de Torino o Falcon y a otra cosa) y el equipo elegido quizás no tiene los mismos medios que otros para hacer un desarrollo de este tipo.
Hay un síntoma: se armaron varios, y muchos mas se armarán en los próximos meses, quiere decir ¡¡¡QUE ES NEGOCIO!!!
Mientras, otra categoría hace lo imposible no por contar con los autos nuevos (algo de lo que ya no se habla) ni por recuperar alguno que está parado, sino por usar los que estuvieron hasta la última del 2023… modelos de negocios distintos (o uno, inviable)
La CDA, NO LA VE. Fin
Sigue siendo lo mismo lo único que con un lavado de cara. Si todos usase los mismos motores sería una monomarca de hecho
No es una medida acertada, sino acertadísima, tomada un poco tarde pero mas tarde que nunca.
El TC necesitaba en forma urgente una renovación de su parque automotor.
Ahora bien que no pase con lo que ocurrió con el Sport Prototipo, autos maravillosos de primera generación que eran la envidia de sudamerica y de otras partes del mundo y que lamentablemente por los elevadísimos costos producto de los reglamentos abiertos desaparecieron-
El privilegiado que le tocó vivir esa época todavía los debe de estar extrañando.
Creo que no se corre riesgo que ello ocurra , pero no está mal tenerlo en cuenta y recordarlo.