ALEGRÍA TUCUMANA.
No había nacido Sebastián Padilla (3/10/83), cuando en julio de 1980 en su Tucumán natal comenzaba la historia del Rally de Argentina organizado desde aquel entonces por el Automóvil Club Argentino. El paso de los años, su entusiasmo, dedicación y posibilidades económicas, le dieron la chance de alternar su actividad de empresario (importador de limones y arándanos), con la de piloto de autos de carrera y entrar en la historia del Mundial, al menos por la puertita que se le abrió a los autos del rally argentino.
“Valoro este triunfo porque sirve para confirmar la recuperación que tuve en la fecha anterior tras un mal comienzo de temporada y me pone con chances para el titulo, que es el objetivo que busco desde hace años”, comentó luego de convertirse sobre su VW Polo en el tercer ganador diferente en otras tantas fecha del campeonato argentino. En una carrera que sólo comprendió los cuatro tramos iniciales de la dos primeras etapas del Rally de Argentina, supo aprovechar los problemas de los referentes Marcos Ligato (motor) y Federico Villagra (retraso), para relegar a los Chevrolet de Miguel Baldoni y el extenista David Nalbandian.
“No me desvela…”, le aclaró Padilla a visionauto sobre la posibilidad futura de intervenir en el Rally de Argentina, pero ya dentro de los autos de nivel internacional. ”No podría dedicarme por el tiempo que me demanda mi actividad privada, y además por los presupuesto que son bastante altos” explicó sin lamentos.
Hubo otro ganadores del rally nacional en sus distintas clases: Fueron Tomás Maranzana (Renault Clio) en RC2A, Alejandro Moroni (Mitubishi Lancer) en RC2N, la entrerriana Nadia Cutro (Toyota Etio) se dio el gusto en RC3Junior y Adrián Sánchez (Ford K) en RC5.
(Especial desde Villa Carlos Paz, Córdoba).
Fotos: Mónica Paz.