LA LLUVIA MEZCLÓ LAS CARTAS.

De locos. Así puede definirse la clasificación del Gran Premio de Turquia. Y esta definición no implica caer cómodamente en la frase común.

Por primera vez en el año el trofeo por la pole no fue para un piloto de Mercedes Benz. Stroll sumó la 16ta para un canadiense (no la marcaba desde Europa 97) y quebró la hegemonía de los Villeneuve que se habían repartido las anteriores entre Jacques (13) y su padre Gilles (2).

Porque ¿de qué otra manera puede calificarse una clasificación que por primera vez en la temporada no la gana un piloto de Mercede Benz (Hamilton fue 6° y Bottas quedó 9°) donde ni siquiera su principal rival, el Red Bull de Max Verstappen, tomó ese lugar y donde prevaleció por primera vez un piloto como el canadiense Lance Stroll que se mostró tan sorprendido como la mayoría porque según confesó su Racing Point no estaba para hacer la pole ?

¿De qué otra forma puede definirse una clasificación donde las Ferrari de Charles Leclerc y Sebastian Vettel no pasaron del segundo corte clasificatoria y en cambio por primera vez en la temporada, con similares motores del equipo de Maranello, los Alfa Romeo de un remotivado Kimi Raikkonen (8°) y un consolidado Antonio Giovinazzi (10°) llegaron hasta la última sesión clasificatoria, casualmente en la carrera 500 de Sauber, el equipo suizo que le aporta la estructura logística deportiva? Y finalmente ¿de que otra manera puede tomarse una clasificación donde el dueño de la pole recién pudo festejar a pleno un par de horas después cuando le demostró a los comisarios deportivos que había respetado la banderas amarillas agitadas en la curva  Curva 7 ante el despiste de su compañero Sergio Pérez?

Ni Hamilton, ni los Mercedes Benz se sintieron a gusto sobre la pista mojada. El ingles tiene grandes chances matemáticas de coronarse campeón pero mira con escepticismo esta 14ta fecha del Mundial.

En toda esta “locura” deportiva mucho tuvo que ver la lluvia que complicó desde el inicio la clasificación y agudizó la falta de adherencia de la pista que ya en los entrenamientos del viernes y con superficie seca, había motivado quejas de los pilotos, especialmente del campeón Lewis Hamilton. Tanta fue la preocupación de los organizadores que por la noche promovieron la presencia de autos particulares con el fin que girasen en el circuito y otorgasen mayor adherencia a una pista reasfaltada un par de semanas atrás. La lluvia relativizó el rédito de esa intención.

La lluvia provocó varios despistes entre ellos el de Charle Leclerc. El monegasco no pudo entrar en el último corte clasificatorio y larga decimocuarto, un par de lugares detrás de su compañero Sebastian Vettel.

El regreso del buen tiempo puede encauzara por la senda la normalidad este Gran Premio de Turquía. Entonces es posible que Verstappen confirme su papel de favorito por lo mostrado hasta ahora. También una pista seca podrá convertir en un trámite veloz la séptima coronación mundial de Hamilton (sólo necesita que su compañero Bottas no le descuente más de siete puntos) pese a que hasta ahora los Mercedes Benz no se sintieron muy cómodos en la pista de Istambul, al punto que Hamilton consideró su clasificación sabatina como “la menos agradable de mi campaña…”

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Puede ser que vuelva la normalidad, pero también puede darse que continúe la “locura” y tengamos un Gran Premio para el recuerdo. ¿No es mejor esta última alternativa?

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