¿QUE TE PASÓ TC 2000?
¿Qué te pasó TC 2000?, podría decir Néstor Kirchner, renovando la frase que patentó en una de sus tantas críticas contra el multimedio Clarín, casualmente poseedor mayoritario de las acciones de la categoría. No parece, al menos por ahora, que el ¿ex ? presidente, tenga ojos para el automovilismo. Por eso Pablo Peón dice no estar preocupado por una posible estatización en las transmisiones televisivas, como ocurrió con el fútbol. “El fútbol es una pasión mayor con muchas cosas más en juego“ reconoce el presidente del TC 2000 como razonable argumento para pensar que el automovilismo está fuera de la voracidad estatal.
Desde el ángulo estrictamente deportivo, ¿qué te pasó TC 2000?, podrían decir en tono de planteamiento los seguidores de la categoría y aficionados al automovilismo tras comprobar que esta edición 2009 de sus tradicionales 200 Kms. de Buenos Aires no tuvieron el brillo y el acompañamiento de las anteriores versiones. Es verdad que la lluvia siempre desluce espectáculos de este tipo, pero también es cierto que el clima popular ya se notaba frío en los días anteriores. Por eso tanto como destacar que el mal tiempo contribuyó a deslucirlo hay que reconocer, por otro lado, que también sirvió para atenuar las explicaciones a una tibia respuesta de la gente que ya se intuía y que con un día radiante hubiese tenido una excusa menos en las malas condiciones climáticas.
No hay que ser extremistas y decir que fueron un desastre los 200 Kms. de este año. Para nada. Fue una carrera normal, correcta, una más del calendario con sólo algunas diferencias deportivas. Y ahí precisamente es donde estuvo su flanco débil, porque el espíritu de su creación, allá por el 2004, no era ese. Apuntaba a convertirla en un clásico que la distinguiera del resto, con la carrera como base de un espectáculo que también incluyera otras atracciones para la gente y cuya trascendencia excediera el limitado ámbito del automovilismo. Así fue en las primeras ediciones con las exhibiciones del Williams de Fórmula 1, los Stock y los camiones brasileños y la participación de varios pilotos europeos. El público respondió colmando las tribunas. Las empresas dieron su incondicional apoyo con los salones VIPS que crecieron con el transcurrir de los años.
Poco o nada de todo esto se vio este año. No sólo faltó el F1, como en el 2008, sino otros espectáculos para entretener a la gente. A su vez los VIPS disminuyeron en un 35%. Peón admitió todo este faltante en una carrera que él mismo creó para ser distinta. Lo atribuyó a un momento complicado de la economía. “Hay que ser prudentes en los emprendimientos“, dijo el titular del TC 2000 en la lectura de una innegable realidad y también en un tácito reconocimiento que sus propios márgenes de maniobrabilidad y decisiones para concretar sus ideas no son tan amplios como lo eran en el 2004.
Es una buena idea la carrera de los 200 Kms. de Buenos Aires. Por eso hay que mantenerla, recuperarla y hacerla crecer. En función de ese objetivo deberá servir esta floja edición 2009. Habrá que analizar cuales son los caminos para que recupere su esencia. Hay un año para pensar como recuperar atracciones. Puede ser reflotando la presencia de un Fórmula 1 o de algún otro auto de una categoría internacional como por ejemplo el DTM o el Turismo Mundial, las más afines al TC 2000. Puede ser también aumentando la presencia y nivel de los pilotos extranjeros para sumarse a las ya infaltables visitas del suizo Alain Menu y el escocés Anthony Reid y los pilotod brasileños. Puede haber otras ideas. Todas exigen conocimiento trabajo y dinero, pero vale pensarlas y aplicarlas para que los 200 Kms. de Buenos Aires respondan al espíritu de su creación. Ese que faltó este año y se extrañó.