HABÍA QUE ANOTARLO A MANU.
“Canapino y Werner”. Son los nombres en los que hasta ahora han coincidido las opiniones mayoritarias, sobre los principales candidatos a la corona del TC. Lógico. Por antecedentes (son los pilotos que se han repartido los últimos cinco títulos), y basícamente por la performance mostrada en la actual temporada.
Por si hasta ahora no lo habían tenido en cuenta, sumen a Manuel Urcera. Su contundente pole (aventajó por 392/1000 a Canapino, su más cercano escolta) en la clasificación en Comodoro Rivadavia, demostró que en función de chances en el campeonato contra Mariano y el Titán, dejó de ser una insinuación para convertirse en una seria amenaza.
“Me deja feliz porque siempre es muy difícil hacer el mejor tiempo y mucho más cuando en la misma tanda están los mejores pilotos”, comentó Manu sobre su sexta pole en 115 presentaciones en el TC. Un recorrido en la categoría, que le ha dado una madurez y que tras varios cambios de equipo y marcas, parece haber encontrado finalmente en el Maquin Parts y el Torino estrenado en la carrera de Concordia, las armas para acometer de una vez por todas, con serias chances, sus deseos de lucir el número uno de campeón.
“Me entregaron un gran auto que tras los entrenamientos quedó bien balanceado cuando le puse las gomas nuevas, como le pasó a Werner en San Luis. Eso me permitió hacer una vuelta al límite, que necesitaba luego que me sacasen el tiempo en mi primer giro por exceder los límites permitidos de la pista. Fue una vuelta muy tensa, porque no podía cometer otro error”, resumió Urcera sobre su impecable tarea. Cometido en el que también derrotó a otro gran rival que en el trazado chubutense: el fuerte viento, nada extraño que se replicara en series y final.
Habituales ganadores e inconformistas, Agustín Canapino y Mariano Werner, se resignaron esta vez a esa superioridad maque marcó Urcera “Me deja tranquilo que salvo Urcera soy el mejor de los Chevrolet” analizó sin mucho entusiasmo Canapino, quien partiía desde la pole en la segunda serie seguido de Esteban Gini, compañero de Manu en el Maquin Parts. Más brava pareció la misión de Mariano Werner, para transformar el mejor lugar de partida en la tercera serie en una victoria parcial. Tenía que bancarse a un Matías Rossi, quien dijo sentirse cómodo sobre el Toyota Camry en un circuito con curvas de alta velocidad, donde en el 2007 debutó como ganador en TC, pero no pudo festejar por la muerte de Guillermo Castellano.
Urcera, Canapino y Werner largaban adelante en sus series y eran grandes candidatos a ganarlas. El desafío de cada uno era conseguir que ese triunfo parcial fuera el más veloz, para así obtener acomodarse en el mejor lugar de la primera fila de la final, lugar que valdría oro en una pista difícil para los sobrepasos. De cara al campeonato el objetivo era sumar la mayor cantidad de puntos. Manu ya cosechó dos por la pole, que lo acercaron a 3,50 al líder Canapino y lo distanciaron a cinco de Werner.
No quedaron dudas, es el tercer candidato en la lucha por el campeonato.
Fotos: Prensa ACTC y Prensa Trotta Racing.