CORRER YA FUE UN TRIUNFO
Autor de tantas hazañas en las pistas durante años, a Valentino Rossi le costó superar a ese peligroso rival que no corre sobre una moto, sino que está en el ambiente desde hace casi un año: el coronavirus.
Este maldito virus ya había derrotado a Rossi hace unas semanas y provocó su ausencia en las recientes fechas de Aragón del Moto GP. De cara a la carrera de Valencia ,el COVID 19 intentó vencerlo nuevamente con otro hisopado positivo que comprometió su presencia en la carrera del fin de semana, la antepenúltima del calendario.
Batallador como es en las pistas, Valentino se dio por vencido e insistió con otro hisopado en Italia que este vez le dio negativo e inicialmente le permitió viajar al circuito español. Allí se efectuó un segunda control, que por suerte volvió dar negativo y esto lo habilitó a correr. Una gran noticias para Valentino que tras haber transcurrido con bastante ansiedad la etapa de aislamiento de 25 días, no veía la hora de volver a subirse a la Yamaha número 46 que en los entrenamientos iniciales había conducido el estadounidense Garret Gerloff, piloto de Yamaha en el Mundial de Superbike, convocado ante la posibilidad que Rossi no pudiera correr .
Ya en el Autódromo Ricardo Tormo de Valencia, Rossi se subió para el tercer entrenamiento (8°) y la clasificación que lo mostró en el 18° lugar. No hubo victoria la hora de la carrera porque abandonó por un problema en el motor de su Yamaha. No importó. El gran triunfo para Valentino fue en lo anímico al derrotar al molesto virus.
En pista, la victoria llegó por fin para el español Joan Mir en un 1-2 de Sukuki que completó su compatriota Alex Rins. «Llegó en el momento perfecto» dijo Mir, sobre este triunfo que le provocó la doble sensación de debutar como ganador (el quinto en la temporada) y quedar en la puerta del titulo mundial de Moto GP. Con 37 puntos de ventaja sobre Rins y el francés Fabian Quartararo, pude consagrarse también en Valencia el fin de semana si mantiene al menos una diferencia de 26 puntos.