VEINTE AÑOS DE UNA OBRA MAESTRA

SE CUMPLEN 20 AÑOS de la que fue, probablemente, la más brillante victoria de Ayrton Senna en la Fórmula 1, una carrera irrepetible bajo la lluvia.

Ocurrió el 11 de abril de 1993, cuando el magnate inglés Tom Wheatcroft se dio el gusto de organizar, por única vez, el Grand Prix de Europa en su circuito, Donington Park. El clima fue miserable casi todo el fin de semana, pero la lluvia compensó las desventajas técnicas del Ford Cosworth del McLaren de Ayrton respecto del poderío de los Renault V10 en los Williams de Alain Prost y Damon Hill.

La historia es más o menos conocida: Senna largaba cuarto, patinó en la lluvia, se retrasó un cachito, pero al cumplir la primera vuelta ¡estaba primero! Es mejor que veas el resumen:

httpv://youtu.be/SZrMnWpQQB4

Al cabo de las 75 vueltas pactadas, Senna le sacó más de un minuto y medio de ventaja al segundo, Hill. Prost terminó a una vuelta, después de ¡siete detenciones en boxes!, mayoritariamente para cambiar cubiertas. Solo once de los 25 pilotos participantes consiguieron clasificarse.

Después de la carrera, cuando hacían entrevistas para la TV, el francés se quejó: «tuve problemas con la caja, con el embrague, y las presiones de los neumáticos no eran las correctas. También sacamos algo de alerón, o que no fue la decisión adecuada». Entonces Senna se inclinó y casi como en una confidencia le dijo, lo suficientemente claro como para que lo oyeran los micrófonos: «Quizás deberías cambiar tu auto conmigo…».

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Luego le llegó el turno de ponderar su carrera, y ésto dijo el brasileño: «Fue buenísimo, pasé a todo el mundo, podría haber ganado la carrera con una vuelta de ventaja sobre todos los demás. No pasó porque al final levanté un poco, pero bien pudo haberse dado, no recuerdo un Grand Prix que haya sido ganado en semejante estilo. Fue uno de esos días dónde todo congenia. El equipo, las circunstancias en la pista, las detenciones, la información, la estrategia. Todo junto creó este resultado increíble y fascinante».

Podríamos citarte aquí algunos elogios promovidos por tamaña actuación, pero no vale la pena, nos parece: con la palabra del propio autor de la hazaña podemos darnos por satisfechos… ¿o no?

Por el equipo de VA

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