A PURA ESTRATEGIA.
No podrá ser el pretendido, aunque poco declarado, objetivo de Mercedes Benz de ganar invicto una nuevo Mundial de Fórmula 1. Lo frustró Max Verstappen, el más cercano en rendimiento entre los rivales del equipo alemán y el único que por lo visto en este inicio de temporada puede ofrecerle cierta oposición en pista a Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. El mismo Verstappen que una semana atrás en este Silverstone, que ahora recibió el Gran Premio 70° Aniversario, había quedado con las ganas al no poder aprovechar por una detención en la vuelta final, los contratiempos con los neumáticos que en el último giro hicieron angustioso el nuevo triunfo de Hamilton. Enseguida le llegó la revancha en una carrera dominada por el desarrollo de las estrategias pero carente de emociones reales por la falta de luchas directas en pista.
Si una semana atrás fue injustamente señalada como la causante de ese triunfo perdido, ahora hay que aplaudir esa estrategia que pergeñó Red Bull para lograr los que en las cuatro carreras fue un imposible en lucha directa en pista: derrotar a los Mercedes Benz. Una estrategia perfecta que fue la mejor arma para enfrentar la superioridad del rival y que el Red Bull comenzó a construir desde la clasificación sabatina con la decisión de utilizar los neumáticos duros para largar en contraposición del compuesto intermedio que calzaron la mayoría de sus rivales, entre ellos las Flechas Negras.
Esa estrategia perfecta tuvo asimismo un impecable intérprete en Verstappen. El joven holandés supo acelerar cuando debía (en la parte inicial para no quedar lejos los Mercedes), cuidar al calzar las gomas blandas y volver a la carga tras la segunda detención (retornó a las gomas duras) para rápida y facilmente dar cuenta de Bottas y esperar que a Hamilton le llegase el momento del necesario cambio de neumáticos para así enfilar rumbo a su noveno éxito en el Mundial y el primera en Silverstone. Todo esto sin que en cumplimiento de la estrategia, Max dejase de lado su conocida ambición ganadora. Esto quedó reflejado en esta particular respuesta que le dio al equipo cuando por radio le pidieron prudencia al acercarse a Hamilton. ”Ahora que estoy aquí, no voy a sentarme en el sillón a mirar como hace mi abuela” dijo.
Golpeados por la derrota los pilotos de Mercedes fueron duros en sus declaraciones. ”Red Bull tuvo mejores neumáticos que nosotros. Fue inesperado para nosotros tener ampollas tan serias como las que hubo. No sé por qué tuvimos más ampollas que los Red Bull, pero el equipo trabajará duro para entender por qué pasó. Pirelli falló con los neumáticos la semana pasada, para esta carrera subieron la presión y ahora los neumáticos son como pelotas de fútbol” explicó un quejoso Hamilton antes de cerrar con un resignado “no era el resultado que esperábamos, pero está bien…” recordando que mantuvo el liderazgo del campeonato y amplió a 30 puntos (107 a 77) la ventaja sobre Verstappen, su nuevo escolta.
Más contrariado estaba Bottas por haber llegado tercero en una carrera que largó en pole y por perder su lugar de escolta en el campeonato. Tal vez por eso luego de destacar que “fue una carrera frustrante porque desde temprano tuvimos problemas con los neumáticas” deslizó una crítica al equipo al considerar “que la estrategia que implemento para mi estuvo lejos de ser la ideal…”
Pese a sus quejas Hamilton y Bottas subieron al podio. Un podio que hubiese merecido Charles Leclerc, por ese magnífico trabajo de llevar a la Ferrari al cuarto lugar con ¡una sola detención! para cambiar neumáticos. Y un podio que sigue como una deuda pendiente para Nico Hulkenberg (7°), inmerso en un equipo Race Point que por la falta de una buena gestión en carrera desaprovecha lo bueno que promete en clasificación.
Fotos: formula1.com